El rival ofreció nada, la hizo lo que debía, pero lo que importaba esta noche en el Rose Bowl fue la presentación de Javier Aguirre como técnico nacional.

Por tercera ocasión, con la ilusión renovada y la mira en la Copa del Mundo de 2026, el Vasco ha tomado el timón de un barco que parece no tener rumbo y que necesita cambios drásticos.

México goleó (3-0), como tenía que ser, a una pobre Selección de Nueva Zelanda que hizo en todo el partido solamente dos disparos. Día relajado para Raúl 'Tala' Rangel, que alza la mano para ser el meta consentido de Aguirre.

Los 25 mil 271 que asistieron al Rose Bowl se fueron con una sonrisa, pero la entrada fue mínima para lo que esperaban los organizadores del encuentro. Otra misión en puerta para Javier Aguirre: reconciliar a su equipo con una afición que ha recibido constantes golpes.

Orbelín Pineda (5'), César Huerta (53') y Luis Romo (57') fueron los anotadores del encuentro que se destrabó para México hasta el segundo tiempo con el ingreso del Chino, quien fue el MVP del enfrentamiento.


México dominó a placer en el primer tiempo, pero fue hasta la segunda parte cuando hicieron vibrar a la afición mexicana en Pasadena, California.

Después de 14 años, Javier Aguirre volvió a dirigir un partido de la Selección Mexicana. Con ilusión renovada y nuevas normas de disciplina, quiere poner a punto a su equipo rumbo al Mundial 2026. El gran objetivo de la Federación Mexicana de Futbol.


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