El delantero francés Kylian Mbappé se encuentra en el centro de un conflicto legal con el Paris Saint-Germain (PSG) por una deuda que asciende a 55 millones de euros. Según su abogada, Delphine Verheyden, el club dejó de pagar salarios y primas que le correspondían al jugador. La dirigencia del PSG asegura que esto formaba parte de un acuerdo verbal con el presidente del club, Al Khelaïfi, pero nunca fue plasmado por escrito, lo que ha complicado la resolución del conflicto.
Desde septiembre, diversas instancias legales han intervenido en el caso. La comisión jurídica y la comisión mixta de apelación ya se pronunciaron a favor de Mbappé, rechazando los recursos presentados por el PSG debido a que fueron entregados fuera de plazo. Sin embargo, la comisión de disciplina de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) determinó que no tenía autoridad para emitir un fallo definitivo en este caso.
Si la situación no se resuelve en este nivel, se especula que Mbappé podría llevar el caso a la justicia ordinaria, lo que extendería aún más el conflicto y podría tener implicaciones graves para el PSG.
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Uno de los aspectos más preocupantes para el PSG es la posibilidad de que Mbappé eleve su caso a la UEFA. Si la organización europea falla a favor del delantero, el PSG podría enfrentarse a sanciones severas, incluida la exclusión de la Champions League. Esto sería un golpe devastador para el club, tanto en términos económicos como deportivos, dado el prestigio y los ingresos asociados al torneo.
Según su abogada, el objetivo principal de Mbappé es recibir los pagos que le corresponden. “Lo único que se pretende es que se pague lo que se debe”, explicó Verheyden en una entrevista con L'Équipe. También destacó que el caso no busca castigar al club, ya que podrían haber iniciado acciones legales más contundentes, como reclamar daños a la imagen o denunciar acoso psicológico, pero optaron por no hacerlo.
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Si el PSG no cumple con las obligaciones financieras de Mbappé, el litigio podría alcanzar dimensiones aún mayores. Llevar el caso a la justicia ordinaria no solo aumentaría la tensión entre el jugador y el club, sino que también pondría en riesgo la reputación de una de las instituciones más poderosas del fútbol europeo.
Este conflicto podría marcar un precedente en las relaciones contractuales entre jugadores y clubes, especialmente en casos donde acuerdos verbales generan disputas legales. La decisión de Mbappé de llevar el caso a la UEFA o a los tribunales también podría abrir debates sobre la transparencia y la responsabilidad financiera en el fútbol profesional. Para el PSG, la resolución de este caso será crucial para proteger su imagen y mantener su posición en la élite del fútbol europeo.