Una de las actuaciones más icónicas y memorables en un Clásico de España entre el Real Madrid y el Barcelona la regaló Ronaldinho hace, exactamente, 18 años, cuando la casa blanca, el Santiago Bernabéu, se puso de pie para aplaudir al jugador blaugrana.
El Barcelona llegaba dirigido por Frank Rijkaard y con grandes figuras como Xavi, Deco, Messi, Samuel Eto'o, Rafa Márquez o el mismo Ronaldinho, quien vivía el mejor momento de su carrera. En el otro bando destacaban grandes nombres como Raúl, Zinedine Zidane, Ronaldo, Robinho, David Beckham o Roberto Carlos.
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El encuentro lo comenzó ganando el Barcelona, con tanto del camerunés, Samuel Eto'o, que le robó el balón a un juvenil Messi para batir a Iker Casillas. El espectáculo llegó en el segundo tiempo, cuando Ronaldinho aprovechó los espacios en largo para demostrar su velocidad, regate y destreza goleadora.
Primero, al 60', encaró por la banda izquierda a Sergio Ramos, quitándoselo con una facilidad suprema, después le rompió la cintura a Salgado para simplemente definir a la derecha de Iker Casillas, que solo pudo observar cómo el balón ingresaba a su portería.
Después, tras un gol anulado a su compatriota Ronaldo, el mago de la sonrisa del futbol tomó otra vez el balón por la banda izquierda, rompió nuevamente a Ramos y definió cruzado ante la incredulidad de Casillas. En ese momento, en lugar de escuchar reclamos o silbidos, el templo del futbol español se levantó e inundó de aplausos las gradas del Bernabéu, con la imagen icónica del padre y el hijo reconociendo la grandeza de Ronaldinho.
