Una nueva polémica se suscitó en Clásico de Conmebol: Brasil ante Argentina, pero esta ocasión se debió a la violencia en las tribunas, ya que previo al encuentro, aficionados de la Albiceleste fueron agredidos por la policía local.
Cuando los equipos estaban por comenzar a jugar en la cancha de Maracaná, los jugadores argentinos se percataron de la situación en las tribunas, por lo que fueron a tratar de calmar los ánimos, pero al ver que las cosas no mejoraron, decidieron no jugar el partido e irse a los vestidores.
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Luego de que Lionel Messi, capitán de la Albiceleste, le pidiera a sus compañeros que abandonaran el terreno de juego, se dirigieron a los vestidores, donde los aficionados de la Verdeamarela comenzaron a lanzarles de todo a los futbolistas.
Fue en ese momento que Ángel di María, por encararse con la fanaticada local, recibió de lleno en la cara el líquido que lanzaron de un vaso, por lo que reaccionó de la peor forma, debido a que saltó y escupió en dirección a la tribuna.
En un partido bastante calientito, como suelen ser los duelos entre brasileños y argentinos, la Albiceleste se quedó el triunfo con un solitario gol de Nicolás Otamendi, que le dio a su equipo el primer lugar en las Eliminatorias de Conmebol y, de paso, acrecentó la crisis de Brasil, que ocupa el sexto peldaño.