Max Verstappen es hoy en día, y sin duda alguna, el mejor piloto de la parrilla de la Fórmula 1 (por ende el mejor conductor de toda la orbe); sin embargo, el costo para llegar a la cima del automovilismo mundial no fue nada sencillo, luego de ser un niño súper dotado, pero también súper exigido, lleno de presión, donde incluso recibía violencia de parte de su padre.

La máquina de poles, podios y campeonatos que es hoy, fue inculcada con una mentalidad única y exclusivamente para ganar, donde la derrota no cabía en su vocabulario ni razón. Una anécdota describe a la perfección tal aseveración, ya que el expiloto, Alberto Naska, relató una cruda escena que retrata a la perfección la educación ganadora de Max.

El expiloto italiano, que llegó a compartir pista con Max, pese a la gran diferencia de edades, aseguró que en un campeonato mundial de categorías menores, el piloto neerlandés sufrió una escena vergonzosa por la educación de su pare.

Una cosa vergonzosa. Les cuenta esta anécdota: estábamos en el campeonato mundial de Sarno, Italia y él corría con la KZ125 pero en la categoría más pequeña, yo estaba en la más grande. Sale para la final e intenta atacar al primero, se equivoca, se da vuelta y pierde 10 posiciones. Se recupera y queda segundo en el campeonato. Se quedó con el casco puesto por 4 horas porque su papá le pegaba tanto que tenía miedo”, relató Naska en un poscast de automovilismo.

Otra escena dura que retrata tal maltrado fue cuando Jos decidió abandonar a su hijo en una gasolinería, luego de que perdiera en una carrera. Además, se han revelado detalles sobre la interpretación de las carreras que Jos inculcaba en Max, ya que mientras corría Karts, le prohibía rebasar por determinados puntos de la pista, con la intención de educarle.


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