El 2024 terminó por ser una de las peores temporadas de Checo Pérez en la Fórmula 1 y es que cerró el año sin victorias, con apenas cuatro podios y una constante de problemas a bordo del RB20, un auto que el propio Max Verstappen criticó un sinfín de ocasiones.
El piloto mexicano culminó la campaña en el octavo puesto, lejos de lo que él mismo esperaba y todo esto comenzó a ser clave para su destino, pese a tener dos años más firmados de contrato con la escudería de Milton Keynes.
Este miércoles fue anunciada la separación entre el piloto y el equipo, pero una tensa relación ya comenzaba a pintarse desde mediados del 2024.
Entre declaraciones de Helmut Marko, el asesor, de Christian Horner, el jefe, y los rumores dentro del Paddock, el futuro de Pérez se ponía en el aire.
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Por un lado, Marko nunca dejó sus críticas contra el tapatío, incluso muchas veces fue señalado de hacer una crítica al mexicano por su nacionalidad y no por su talento.
Del otro, Horner, un tipo que por muchos años fue el escudo de Pérez dentro de la escudería, pero que entre sus problemas personales, lo que sucedía en la pista y lo que declaraba en los últimos meses, lo llevó a no ir más con el mexicano.
Otros puntos que fueron clave en el adiós de Pérez a Red Bull Racing fue que el equipo esté año perdió el campeonato de constructores, luego de dos años al hilo de conseguirlo.
Además, en las últimas horas se señaló que para decidir sobre el asiento que hasta ayer ocupaba Pérez, los dueños del equipo entrarían en la negociación, algo que fue determinante en el futuro de Pérez Mendoza.
Ahora, en plenas vacaciones de la Fórmula 1, falta por definir quien tomará el asiento que hasta hace unas semanas tenía el número 11; todo apunta que sería Liam Lawson.