Como uno de los actores mexicanos más famosos del mundo en su época, Mario Moreno “Cantinflas” gozó de varias conquistas, pero solo una mujer pudo llevarlo al altar y se mantuvo a su lado en las buenas y en las malas: Valentina Ivanova.
La historia de Valentina Ivanova, la única esposa de “Cantinflas”, ha sido enterrada en el anonimato debido a la naturaleza discreta de la bailarina. Su matrimonio con el cómico se vio alterado por las infidelidades del actor, pero nada pudo lograr separarlos.
A lo largo de su juventud, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes probó suerte enlistándose en el Ejército y como boxeador aficionado, pero finalmente encontró el éxito haciendo comedia y con ello, llegó a conocer al amor de su vida.
Hoy, en el aniversario del natalicio de “Cantinflas”, en De10.mx recordamos a la mujer con la que compartió 32 años de su vida y a quien siempre amó, a pesar de sus constantes traiciones.
El único amor “oficial” en la vida de Mario Moreno fue Valentina Ivanova, la bailarina rusa que conoció en la década de 1930 en la Carpa Valentina, una compañía de entretenimiento fundada por la familia Ivanova.
En los inicios de los años 30, “Cantinflas” se unió a la carpa y comenzó a ser un éxito rotundo. Pero el padre de Valentina no aprobaba el cortejo del cómico hacia su hija y comenzó a tener roces con Moreno, que lo llevaron a abandonar su puesto.
A pesar de la desaprobación paterna, Mario Moreno y 'Valita', como se refería cariñosamente a Ivanova, se casaron en 1934. El actor tenía apenas 23 años y aún no tenía la fama que llegaría en los años posteriores a su vida.
A lo largo de su romance, Valentina hizo caso omiso a los rumores que vincularon a su famoso marido con otras mujeres. Incluso volteó la mirada cuando se dijo que “Cantinflas” había caído rendido ante los encantos de Miroslava Stern, a quien conoció en la grabación de A volar, joven (1947).
Imagen: Fototeca El Universal
Las cosas se complicaron un poco para el matrimonio en 1960, cuando decidieron adoptar a un hijo, que llevaría por nombre Mario Arturo Moreno Ivanova.
La noticia causó polémica, ya que la madre de Mario Arturo fue Marion Roberts. Marion llegó a la Ciudad de México en 1959 con unos amigos, que la dejaron plantada en un hotel, con una suma considerable en su cuenta por pagar.
Se dice que uno de los empleados del hotel le aviso de la situación a "Cantinflas", quien pagó la cuenta. El 1 de septiembre de 1960, Marion dio a luz a un niño, que fue adoptado por el cómico y su esposa, lo que hizo a muchos sospechar que en realidad se trataba de su hijo ilegítimo.
En algunas versiones también se dice que Marion pidió al actor abandonar a su familia y formar una nueva vida con ella, pero ante la negativa de Mario Moreno, acabó con su vida.
El amor entre Mario Moreno y Valentina Ivanova duró hasta la muerte de ella, en 1966, a causa de cáncer óseo.
Valentina Ivanova en la película "Cantinflas." (Foto: AP Photo/KenloFilms.com y Pantelion Films, Ángel González)
Después de la muerte de su esposa, 'Cantinflas' inició otro romance muy sonado, esta vez con la actriz Irán Eory. Sin embargo, la relación no prosperó porque Mario Arturo se interpuso.
En 1989 llegó un nuevo escándalo, cuando la estadounidense Joyce Jett demandó al cómico por maltrato físico y psicológico, alegando una relación con "Cantinflas".
Aunque el actor negó el tema, Joyce logró demostrar su caso con documentos legales y testimonios, obligando al cómico a llegar a un acuerdo económico.
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