Ignacio López Tarso es uno de los actores más reconocidos en el teatro, cine y televisión mexicana. Uno de sus hijos que también siguió sus pasos es Juan Ignacio Aranda quien, junto a Leticia Montaño, directora de la Academia de Arte Teatral, tuvo dos hijas, Sofía y Jimena.
Una de ellas, Sofía Montaño, siguió el camino de su abuelo y padre. Tanto Juan Ignacio como la joven no tomaron el apellido López, aunque eso no significó que no estuvieran orgullosos de todo lo que había construido su antepasado. Tampoco que se deslindaran de sus orígenes, ni de la pasión por la actuación que llevan en la sangre.
Sofía Montaño, de 24 años, nació en la Ciudad de México. En conferencia del Colegio Franco Americano ella declaró que desde niña siempre tuvo claro que quería ser actriz, pues al ver a su abuelo siempre feliz de irse a trabajar, sabía que ser actor era el mejor trabajo del mundo.
El venir de una familia de actores le ayudó mucho, pues además de siempre estar entre obras de teatro y cámaras, pudo incursionar a temprana edad y aprender de la profesión en la escuela de teatro de su madre. A los 4 años debutó como cantante en el espectáculo Entre tumbas: vivos y muertos, junto a su abuelo Ignacio López Tarso.
Sin embargo, cuando creía tener toda su vida planeada, al salir de la preparatoria tuvo un golpe de realidad. Ninguna escuela de teatro a la que aplicó la aceptó. Se tomó un año sabático, lleno de depresión y angustia, pero no dejó de audicionar ni entrenar.
Luego, en el 2016 llegó su primera oportunidad. Fue parte de la obra Scooby Doo: misterios musicales, donde interpretó a Vilma. Al siguiente año logró entrar a la escuela que quería, pero se salió a los dos años para participar en Vaselina.
Ese salto de fe enorme no fue un error y el musical de 2018 le dio lo que buscaba. Con Vaselina, donde encarnó a Chiquis, hizo su primera temporada formal en teatro. Su participación le valió una nominación a actriz revelación en los premios de la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro.
En 2019 entró al musical Mentiras, que era una meta personal para ella porque la producción lleva en escena más de 10 años y es algo que debe verse en México. Ese mismo año, en octubre, le llegó un correo del Cirque Du Soleil invitandola a audicionar.
La audición duró 50 minutos y de repente le avisaron que fue aceptada en el personaje de Luzia, por lo que debía viajar lo más pronto posible a Montreal. Renunció a Mentiras, viajó a Canadá, y la experiencia la llevó hasta Londres. Luego llegó la pandemia de coronavirus y la regresaron a su casa. En 2021 fue parte de Ghost, el musical, en el teatro San Rafael.
La carrera de Sofía Montaño ha tenido altibajos, pero es una joven que tiene gran potencial y que seguró hará grandes cosas por el talento que lleva en la sangre y que ella ha ido desarrollando y puliendo.
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