Japón no es precisamente un país liberal, tiene una estructura definida y se espera que sus ciudadanos la sigan. Esto hace que sea difícil para las personas “liberarse”, especialmente si esa libertad es sinónimo de excentricidades.
Hideaki Kobayashi, un hombre mayor, se atrevió a ir contra lo preestablecido, fue valiente y decidió ir por la vida vestido de colegiala. Y no a medias, él va con trenzas o coleta, calcetas hasta la rodilla, falda y el típico moño rojo al cuello.
Podría sonar un poco pervertido al inicio, pero este hombre japonés, al que le llaman “Sailor Grandpa”, ha adoptado este estilo de vida que lo ha llevado a conocer países como Singapur, Taiwan, Tailandia y España, donde le piden más de 100 fotos al día.
Hideaki Kobayashi, quien ronda los 60 años, es un ingeniero de software. También trabaja como fotógrafo de cosplay, es productor musical, ha aparecido en diferentes programas de televisión y ha dado conferencias en universidades de Japón sobre cómo ser uno mismo. De igual manera, participó en el video musical Shape my Story de Yano Anna.
De acuerdo a una entrevista, el propio Hideaki contó que todo comenzó en 2011, por un anuncio en una tienda de ramen. El dueño del local dijo que regalaría comida a cualquier hombre mayor de 30 años que se presentara vestido de “marinerita”. Por supuesto que él no dejó pasar la oportunidad de comer gratis y desde ahí no ha dejado el uniforme, que se conoce como seifuku.
Ese día cambió su vida para siempre y descubrió lo libre que se sentía con aquella ropa. Sin pena, a pesar de su edad y al ser varón, comenzó a sacarse fotos y subirlas a la red. Ahora no pasa desapercibido por las calles, algunos le gritan y las chicas lo señalan efusivamente, pero no por su vestimenta, sino porque lo creen una celebridad.
Su éxito lo ha llevado a varias partes del mundo, como España, donde le sorprendió lo mucho que fue conocido por el público. Él le atribuye esta difusión de su imagen a las redes sociales, que pueden hacer viral a cualquiera, pues nunca ha buscado ser famoso, simplemente se describe como un hombre normal que viste con uniforme.
Pero más allá de Internet, él ha roto estereotipos en Japón, un país muy conservador, donde no todos siguen sus sueños. Como él menciona, en la nación asiática son muy serios y no disfrutan tanto de la vida. Su estilo lo ha llevado a dar conferencias a jóvenes para que no les importe lo que digan los demás, ni tengan miedo de mostrarse como son.
Con información de Japonko
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