Ronnie Coleman es toda una leyenda en el mundo del fisicoculturismo; ganó ocho veces el título de Mr. Olympia y deslumbraba en el escenario con su impactante físico, sin embargo, este hombre de 57 años de edad, ya no puede caminar bien y tiene que desplazarse con ayuda de una silla de ruedas.
Coleman era un muchacho de Luisiana que estudiaba contaduría en la Universidad Grambling State en la década de 1980. En aquella época pasaba las tardes entrenando futbol americano y haciendo algo de pesas en el gimnasio. Para ese entonces ya presentaba algunos problemas de espalda, de los cuales se olvidaba tras una visita al quiropráctico.
Tras terminar sus estudios no pudo conseguir empleo, así que tras laborar casi dos años en una pizzería, se inscribió en la academia de policía de Texas. Tras graduarse, en sus primeros casos ya en campo, impactó con su gran físico, por lo que un chico lo invitó a un gimnasio llamado Metroflex, lugar en el que conoció al dueño, Brian Dobson.
Dobson le dijo que con su complexión tenía grandes posibilidades en el fisicoculturismo y, si le permitía entrenarlo, le regalaría la membresía del gimnasio. Ronnie aceptó. Ambos iniciaron una relación que pronto dio frutos, pues en 1990, Coleman ganó el título Mr. Texas en las categorías de peso pesado y general.
A medida que pasaba el tiempo, ganaba más musculatura y se esforzaba por alcanzar su máximo sueño: convertirse en Mr. Olympia, el certamen de fisioculturismo más famoso del mundo.
(Foto: Bill Dobbins/AP)
La primera lesión grave de Ronnie Coleman llegó en diciembre de 1996, cuando se encontraba haciendo sentadillas con 270 kilos de peso, Uno de los discos de su espalda se movió y los médicos le recomendaron que dejara de levantar tanto peso, pero él hizo lo contrario y aumentó a 350 kilos.
Esta decisión y su disciplina lo llevaron a coronarse como Mr. Olympia en 1998, título que repitió de manera consecutiva hasta 2005.
La transformación fue brutal, pues llegó a pesar 134 kilos, casi 40 kilos más que los que tenía en su primera presentación en Mr. Olympia. Pero todo ello tuvo repercusiones negativas en su espalda.
Ronnie Coleman y Arnold Schwarzenegger. (Foto: Eric Jamison/AP)
El enorme peso que soportaba su columna, los esfuerzos en el gimnasio y el paso de los años, destrozaron su cuerpo. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en 15 ocasiones y su cadera quedó muy lastimada.
Aunque Ronnie sigue haciendo ejercicio, tiene ingresos millonarios, una mansión y una colección de autos envidiable, no puede mantenerse en pie. Aunque hace trabajo de cardio, le es imposible caminar largas distancias o estar de pie por mucho tiempo, pues corre el riesgo de que su columna no soporte el peso de su cuerpo. Por si fuera poco, Coleman debe tomar fármacos cinco veces al día.
Ese gigante que desfilaba por los escenarios y recibía trofeos y medallas, ahora depende de una silla de ruedas y de muletas hasta para ir al baño. Nada borra los 26 títulos obtenidos a lo largo de su carrera como fisicoculturista, pero se enfrenta a un presente y un futuro en el que no podrá volver a caminar como él quisiera.
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