Prince fue un auténtico innovador en la música y en la moda, con un estilo completamente propio, que lo convirtió en una de las figuras más enigmáticas de la industria.
Al morir dejó un legado inigualable, pero al contrario de otros artistas como Michael Jakson, Prince no dejó descendencia, aunque vivió historias de amor y sufrimiento muy intensas...
Cuando Mayte García tenía apenas 16 años de edad, tuvo un encuentro que le cambió la vida: conoció a Prince.
Fue antes de un concierto del astro del pop en Frankfurt, en Alemania. Y aunque era un ídolo de las masas, para ella era su alma gemela y su gran amor.
Mayte se convirtió en bailarina dentro de los shows de Prince y justo el 14 de febrero de 1996, en pleno San Valentín, se casaron. Ese mismo año les dieron la noticia de que un bebé estaba en camino. El embarazo iba bien hasta que la esposa del cantante comenzó a tener un extraño sangrado. El médico les recomendó llevar a cabo un procedimiento para analizar anomalías genéticas, pero habría riesgo de aborto involuntario, por lo que la pareja decidió no realizarlo.
A Mayte se le realizaron exámenes adicionales que revelaron nuevas complicaciones, incluso se les comentó que su bebé podría sufrir alguna “forma de enanismo”.
El 16 de octubre se convirtieron en padres de un varoncito, pero el bebé nació con el síndrome de Pfeiffer, un trastorno genético que se caracteriza por anomalías en el desarrollo del cráneo y una fusión prematura de los huesos de los pies y manos.
El bebé murió, así que Prince y Mayte tuvieron que enterrar a su primer hijo a una semana de nacido.
Tras esta terrible pérdida, la pareja se volvió a embarazar, pero tal parece que en su destino no estaba el tener hijos, pues García, perdió a su segundo bebé. El golpe fue tan fuerte que la pareja terminó separándose en 1999 y firmando el divorcio en el año 2000.
Al siguiente año, el cantante pop se casó con una empresaria estadounidense llamada Manuela Testolini, ella tenía 24 años y él 43. Sin embargo, el matrimonio solo duró cinco años, un periodo que para muchos coincidió con la resurrección musical del cantante.
Prince junto a su segunda esposa Manuela Testolini. (Foto: AP)
El intérprete no tuvo más hijos, y no tenía pareja cuando lo hallaron muerto, a los 57 años de edad, el 21 de abril de 2016 en su residencia de Paisley Park en Chanhassen, Minnesota.
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