La historia de la dinastía Kennedy se ubica entre lo perverso, las caretas, el amor y la pasión. Una familia que desde la raíz estaba colmada de obsesiones y deseos de aparentar. Esta cadena de exigencia de poder, de obsesión, de dinero, que arrastró al presidente de los Estados Unidos a un matrimonio en el que hubo mucho, pero nunca amor.
Muy lejos del cuento de hadas, Jacqueline Bouvier conoció al senador de los Estados Unidos, John F. Kennedy cuando ella trabajaba como reportera en Washington Times-Herald, lugar al que acababa de entrar aprovechando su gusto por la redacción. Hay versiones que indican que su amorío fue más que planeado por el padre de John, Joe, quien sabiendo la fama de playboy que tenía su hijo, decidió presentarlo con Jackie, a quien consideraba la mujer correcta para casarse con él.
La historia entre ambos no sucedió como solía darse en ese tiempo. Los futuros consortes se conocieron en un cena que organizó el padre del político, cuando John le dijo a sus conocidos que nunca había conocido a una mujer como ella. Pasaron unos días cuando hablaron por teléfono y ella le dijo que no quería verlo de nuevo porque estaba comprometida con su primer amor John Husted, un corredor de bolsa, que según el libro Demasiado humanos, le quitó la virginidad a la chica en un elevador.
(Foto: AP Photo)
Cuando conoció al senador Kennedy, según algunos amigos cercanos, Jacqueline, una mujer interesada e influenciada por la vida que su padre le dio entre muchas mujeres, un infiel por naturaleza, vio en el político la oportunidad de sobresalir y de tener dinero, por lo cual dejó a su prometido e inició una relación con John.
Cuando las hermanas Kennedy conocieron a Bouvier, la vieron como una mujer fea, sin chiste, de mal gusto, pero el patriarca de la familia, Joe, pensaba que era la mejor opción para su hijo. Luego de que los amigos de la pareja los hallaron teniendo relaciones sexuales en el auto de él, los novios anunciaron que se casarían.
(Foto: AP Photo)
Los motivos para el matrimonio siempre estuvieron fríamente calculados por el padre de Jack, como le decían sus amigos cercanos a John; siempre supo que Jackie era la respuesta para los votantes, para las féminas que querían darle su voto al atractivo senador que estaba por anunciar su deseo de competir en las elecciones a la presidencia de su país.
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El 12 de septiembre de 1953, Jackie llegó al altar en un matrimonio católico con el futuro presidente de la nación. Pero los votos matrimoniales de éste no disminuyeron la alterada vida que llevó a Jackie a llamarlo mujeriego, desobligado, infiel y que la relación que tuvieron fuera un infierno para ella. Según las fuentes extraoficiales, cuando ella quiso divorciarse, el padre de él le ofreció un millón de dólares para que no lo dejara.
(Foto: Fototeca El Universal)
La pareja sufrió momentos devastadores cuando su primera hija, Arabela, nació muerta; John estaba en un yate, de fiesta con otras mujeres, y ni siquiera regresó a ver a su esposa cuando abortó.
Luego de Arabela, la pareja tuvo a John, que murió trágicamente, y luego al bebé Patrick, fallecido en su primer año de vida. Solo Caroline sobrevive a la dinastía.
(Foto: EP Photo AFP FILES)
La tragedia siguió a la pareja cuando el presidente de los Estados Unidos fue asesinado en un atentado perpetrado por Lee Harvey Oswald, el 22 de noviembre de 1963.
Tras otro matrimonio con el magnate Aristóteles Onassis, Jaqueline murió en 1994 debido a un cáncer linfático.
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Te compartimos este video de Jackie y John F. Kennedy: