El fanatismo por Lionel Messi alcanzó un nuevo nivel, literalmente viajando a través del tiempo. En un sorprendente hallazgo en Egipto, arqueólogos liderados por Zahi Hawass desenterraron una momia de más de cuatro milenios con el apellido Messi, la más antigua de su país que generó una conexión intrigante entre la estrella del futbol y sus posibles antepasados.
El descubrimiento accidental de esta momia, revestida en oro y ubicada junto a otras tumbas de alto prestigio, desató una fascinación mundial. Más allá de la admiración contemporánea por Lionel Messi, la revelación de un ancestro con el mismo apellido proporciona una perspectiva única sobre la relevancia duradera del nombre.
Este hallazgo podría postularse como uno de los más antiguos de la historia de Egipto, ya que los exploradores encontraron otras tres tumbas cerca de la primera. Dentro de ellas hallaron rastros de un sacerdote, un supervisor de nobles y la de un juez. Estas profesiones fueron las más nobles de la época.
El fervor por Lionel Messi trasciende las fronteras temporales y este descubrimiento arqueológico avivó aún más la pasión de los fanáticos. Luego de excavaciones y rutinas de limpieza, lograron encontrar algunos rótulos con el nombre de la momia y descubrieron que llevaba el apellido del astro argentino.
La momia Messi, situada en un contexto histórico y cultural tan distinto, tiene más de cuatro milenios y podría ser uno de los ancestros de la estrella. La noticia resonó no solo entre los seguidores del fútbol, sino también entre aquellos fascinados por la conexión entre la historia antigua y la modernidad.
El arqueólogo explicó que el descubrimiento fue un milagro, ya que primero encontraron un conjunto de nueve estatuas y mientras realizaban las excavaciones necesarias, dieron con una puerta secreta. Allí encontraron el nombre Messi grabado y supusieron que aquel tesoro le perteneció a esa persona.
Este hallazgo ofrece sin dudas una ventana única para reflexionar sobre cómo el fanatismo y la admiración pueden trascender generaciones, fusionando la emoción contemporánea con un legado milenario.