Sus conocidos afirman que David Carradine era un hombre feliz cuando murió. Sentimentalmente estaba tranquilo, junto a su última esposa, Annie Bierman. Decía que estaría con ella hasta el momento de llegar a la tumba y su pronóstico se cumplió.
En mayo de 2009, el actor llegó a Tailandia para filmar una nueva película, Stretch. Ya había recorrido el mundo de rodaje en rodaje y parecía que ésta era una parada más, pero se convirtió en la última.
El 3 de junio de ese año se dio la noticia sobre la muerte de Carradine, se dijo que se había suicidado, pero después supimos que se trató de una muerte accidental mientras realizaba un juego sexual.
David Carradine como Kwai Chang Kaine, en la serie Kung Fu. (Foto: Wikimedia Commons)
Fuentes del hotel Park Nai Lert, en el que se hallaba hospedado, señalaron que el día anterior David se retiró temprano a su habitación con un brandy doble. No bajó a cenar con el resto del equipo de rodaje, pero sus compañeros señalaban que quizás estaba cansado, lo cual sería propio de su edad, pues tenía 72 años.
A las 10 de la mañana del día siguiente, el protagonista de la serie Kung Fu, fue hallado completamente desnudo, con una cuerda atada al cuello y otra a los genitales, ambas estaban sujetadas al armario. Estaba usando una peluca femenina y un liguero, además de que en la habitación había fotos eróticas y lencería roja. Llevaba más de 12 horas muerto.
Las autoridades señalaron que no había rastros de lucha en la habitación del hotel y tampoco golpes en el cuerpo del actor.
David Carradine no se suicidó, su muerte fue resultado de un accidente ocurrido mientras se masturbaba, lo que fue manejado como un accidente “auto-erótico”. Se trató de una asfixia o insuficiencia cardiaca producida por hipoxia erótica, una práctica que consiste en impedir la respiración para multiplicar el placer mientras se sostiene una masturbación.
David Carradine en los Premios del Medio Ambiente, en el 2006. (Foto: AP)
Sobre esta muerte, también se manejó otra hipótesis. Se llegó a decir que fue asesinado por los seguidores de una sociedad secreta relacionada con las artes marciales, porque estaba a punto de revelar sus actividades clandestinas.
El actor fue sepultado en un cementerio de Hollywood, lugar en el que nació. En su lápida se incribió el siguiente epitafio: Una leyenda descalza: “Será reverenciado como quien popularizó los valores espirituales del Este en el Oeste. Bailarín, músico, artista, productor, director, escritor, compositor, contador de historias, poeta, filósofo, esteta, académico, artista marcial, maestro, profesor, kung fu”.
Días después, la familia Carradine emprendió acciones legales contra el periódico tailandés Thai Rath, por publicar unas fotografías del cadáver del actor en la habitación del hotel, las cuales eran bastante explícitas. Las imágenes mostraban el cuerpo de David desnudo colgado de una barra del armario con las manos sobre la cabeza.
David, en su casa de Los Ángeles, realizando poturas de artes marciales. (Foto: AP)
Con información de El Universal. El Tiempo y Univisión
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