Siendo solo un niño, era capaz de levantar hasta 100 kilogramos. Se trata del ucraniano Richard Sandrak, quien se hizo popular hace unos 20 años, gracias a su impresionante musculatura.
Este pequeño, de entonces siete años, se ganó el apodo de “El pequeño Hércules” debido a que lucía un abdomen y unos bíceps envidiables, sin embargo, de pronto desapareció y hoy luce muy diferente a esa masa de músculos que fue en su infancia.
Aquí en De10.mx te contamos qué pasó con Richard Sandrak, el niño con unos músculos de acero… ¡Entérate!
Richard nació el 15 de abril de 1992 en Ucrania y sus padres son Lena y Pavel Sandrak. Ambos llevaban una vida activa, ella era profesional de los aeróbics y él practicaba artes marciales, por lo que desde pequeño, su hijo se interesó por la vida fitness y el ejercicio.
La familia se mudó a Pennsylvania, en Estados Unidos, donde Pavel comenzó a enseñarle a su hijo algunos movimientos de Taekwondo. Fue en ese momento que se dio cuenta que Richard era un deportista nato. Comenzó a entrenarlo con pesas y estiramientos y al ver que el pequeño lo hacía sin problemas, la familia se mudó a California buscando fama y gloria.
Frank Giardina se convirtió en el entrenador personal de Richard y le creó un plan nutricional para convertirlo en uno de los fisicoculturistas más jóvenes del mundo. Cuando cumplió seis años, ya era capaz de levantar hasta 81 kilos.
Mientras el mundo se maravillaba con “El pequeño Hércules”, pocos conocían la otra cara de la moneda, pues Richard era sometido a ejercicios agotadores y su infancia no era normal, incluso tenía prohibido pasar tiempo con chicos de su edad. Los videojuegos no formaban parte de su vida y jamás comía pizza o dulces. A los 10 años de edad, Richard Sandrak ya era una celebridad.
Cuando Richard gozaba de toda la fama y fortuna, su mundo comenzó a desmoronarse. Frank Giardina dejó de ser su entrenador y Pavel, su padre, fue arrestado por violencia doméstica.
El pequeño comenzó a perder el interés en el gimnasio y a preocuparse por lo que el mundo pensaba de él, pues muchos pensaban que había sido obligado y utilizado por su padre. Pronto, Richard decidió abrir la puerta hacia una vida normal, a salir con amigos y probar comidas que había tenido prohibidas.
No dejó del todo el gimnasio, pues siempre quiso tener un equilibro en su vida. Lo que sí dejó por completo fueron las competencias de fisicoculturismo.
Aunque ahora se encuentra alejado del físicoculturismo, Richard todavía se siente increíblemente orgulloso de lo que fue capaz de lograr cuando era joven, pues las habilidades que desarrolló lo han ayudado en muchos aspectos de su vida.
Actualmente tiene 30 años y trabaja como nutricionista y especialista de cine en Hollywood. Eso sí, tiene la esperanza de algún día trabajar para la NASA en uno de sus programas espaciales, además de formarse como científico cuántico.
(Foto: Instagram @grand3illusion)
Visita nuestro canal de YouTube dando clic aquí