Cuando una mujer se compromete lo primero que todos quieren ver es el anillo de compromiso. Más si se trata de alguien famoso o de la realeza, pues con tanto dinero, lo mínimo que se esperaría sería un impresionante joya que se pueda ver a metros de distancia.
Aunque en la monarquía, lo extravagante no siempre es sinónimo de elegancia, es común ver a las duquesas o princesas con sencillos diamantes en sus dedos. Por supuesto, no siempre ocurre esto, especialmente si la joya es heredada, como es el caso de Kate Middleton, quien usa el anillo que alguna vez fue de la princesa Diana.
La reina Isabel II y Felipe de Edimburgo se casaron el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster. El duque le otorgó un anillo de diamante redondo de 3 quilates, acompañado de diamantes más pequeños alrededor y con un aro en platino.
La joya fue diseñada por el príncipe, fallecido el pasado 9 de abril, y utilizó diamantes de la tiara de su madre, la princesa Alicia de Battenberg, como es tradición en la realeza. Además, como muestra de cariño, Felipe grabó una inscripción en la pieza. En una ocasión, la reina Madre mencionó que la monarca no dejaba que nadie la leyera, para que fuera un secreto entre el joyero, su esposo y ella.
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El príncipe Carlos se comprometió con Diana Spencer con un espectacular anillo de zafiro Ceilán ovalado de 12 quilates, circulado por 14 diamantes solitarios y una banda en oro blanco de 18 quilates.
La joya fue elegida por LadyDi, aunque oficialmente el heredero a la corona le propuso matrimonio durante una cena privada en el Palacio de Buckingham. Se casaron el 29 de julio de 1981, en la catedral de San Pablo de Londres.
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El anillo de compromiso de la princesa Diana, tras su muerte, fue heredado por el príncipe Harry, pero él se lo dio a su hermano, el príncipe William, para que se comprometiera con Kate Middleton, así de alguna forma la joya de su madre estaría algún día en el trono.
La joya fue ajustada a la medida de la duquesa, pero mantiene las mismas características. El futuro rey le propuso matrimonio a Kate durante unas vacaciones en Kenia. La pareja se casó el 29 de abril de 2011 en la Abadía de Westminster.
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El príncipe Harry tardó seis meses en diseñar el anillo de compromiso de Meghan Markle. La joya consiste en un diamante central corte de cojín y otros dos pequeños a cada lado. El aro es del clásico oro amarillo, favorito de la duquesa.
La piedra central es de Botswana, un lugar muy especial para la pareja, mientras que los otros fueron hechos de joyas de la colección personal de Diana. Estas fueron añadidas para que, según Harry, su madre estuviera presente por siempre con ellos.
Después de su boda, Markle rediseñó el anillo agregando diamantes en la banda, la cual fue más delgada que la original. El príncipe le propuso matrimonio en su casa, en Nottingham Cottage, mientras cocinaban pollo asado.
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Para su segundo matrimonio, el príncipe Carlos no dejó a su mujer elegir el anillo que más le gustara. En cambio le entregó a Camila una joya creada en 1920, que pertenecía a su abuela, la Reina Madre.
La pieza tiene un diamante corte esmeralda de 5 quilates en el centro, alrededor tiene 6 diamantes estilo baguette que van disminuyendo de tamaño y la banda es de platino. Esta reliquia familiar es una de las más grandes y valiosas que algún miembro de la familia real ha dado.
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