A las 11 de la noche del 30 de agosto de 1997, Henri Paul perdió el control del automóvil en el interior del túnel del Alma, en París, Francia. En su interior, además de él, viajaban Dodi Al-Fayed, Trevor Rees-Jones y la princesa Diana.
Paul y Al-Fayed murieron al instante, Rees-Jones salió herido, al igual que Lady Di. Sin embargo, solo uno de los dos sobrevivió. Aunque intentaron de todo para reanimar a la "princesa del pueblo", su corazón dejó de latir la madrugada del 31 de agosto de 1997 con tan solo 36 años.
De esa noche se ha dicho mucho, que fue la culpa de los paparazzi, una conspiración de la reina Isabel II, o que el chofer estaba bajo los efectos del alcohol. Ahora, 23 años después, el médico MonSef Dahman quien atendió a la exesposa del príncipe Carlos, ha relatado en una entrevista la noche de su muerte.
Foto: AP
Tras el accidente, mientras la princesa Diana era trasladada al hospital, fue atendida por los paramédicos de la ambulancia por su grave estado. No llegó mucho mejor a la sala de urgencias cuando los médicos en turno intentaron salvarla.
MonSef Dahman aseguró que a las 2:15 de la madrugada, Lady Di sufrió un segundo paro cardíaco y necesitó intervención quirúrgica de inmediato. La gravedad de la situación hizo que la operación fuera sobre la camilla de emergencias, pues no hubo tiempo de llevarla a un quirófano.
“En la misma camilla de emergencias tuvimos que operarla; hice ese procedimiento para permitirle respirar porque su corazón no podía funcionar correctamente porque le faltaba sangre”, recordó el médico sobre esa noche.
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Cuando realizaron la cirugía se dieron cuenta que la princesa Diana tenía un desgarre de importancia en el pericardio, una membrana fibrosa que protege el corazón. En ese momento, nada pintaba bien para Lady Di, hasta que llegó uno de los mejores médicos cirujanos cardíacos de Francia y tuvieron una esperanza.
El médico Alain Pavie llegó y detectó que el problema era una herida sobre la vena pulmonar superior izquierda, justo en el punto de contacto con el corazón. Suturó, pero el corazón de Diana ya se había detenido.
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Desde que el corazón de Lady Di se detuvo, intentaron reanimarla durante una hora, pero nada de lo que le administraron funcionó.
“Probamos descargas eléctricas, varias veces, masaje cardíaco, se le administró adrenalina, pero no pudimos hacer que volviera a latir. Luchamos duro, lo intentamos mucho, realmente muchísimo. Francamente, cuando estás trabajando en esas condiciones, no notas el paso del tiempo. No pudimos salvarla y eso nos afectó mucho”, exclamó Dahman en la entrevista.
A las 4 de la mañana, por “decisión colegiada” dieron por terminado los intentos de reanimación y dieron por muerta a la princesa más querida de la familia real británica.
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Como el accidente fue visto por la prensa, esta no dudó en trasladarse al hospital para conseguir un poco de información. MonSef recuerda que se disfrazaron de pacientes, médicos y demás personal para ser los primeros con la historia.
Incluso, tras darla por muerta, un hombre se le acercó para comprar sus zapatos blancos que estaban manchados de “sangre real”. Pero el doctor traumatizado solo fue y los limpió.
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