Vivimos en un mundo en el que ya es costumbre ponerle etiquetas a todas las cosas y personas que nos rodean, sobre todo a ciertas tendencias o grupos de personas. Por ejemplo, los “chavorrucos”, que hombres o mujeres mayores que tienden a comportarse como si fueran unos jovenzuelos (no está mal, pero los pusimos de ejemplo por aquello de las “etiquetas”).
Ahora nos enteramos que existen los “midoréxicos”… Se trata de esas personas que se encuentran en los 40 o 50 años de edad y que viven esta etapa con la plena convicción de que se encuentran en la cúspide de la vida, es decir, que a pesar de tener un poco de papada, o muchas arrugas en el rostro, sienten que son más atractivos, incluso, que cuando eran jóvenes.
Fue en el 2016 cuando la periodista británica, Shane Watson, usó el término por primera vez, para referirse a las personas que llegaban a los 50 años y se sentían más graciosos, interesantes, esbeltos y con más energía que cualquiera. Mezcló el sufijo “rexia” que indica una obsesión, con “mid”, que viene de la contracción del inglés “middle”, en referencia a la mitad de la vida.
El año pasado, este término avanzó de nivel, ya que con el uso diario de los gadgets y la apertura de esta generación a las redes sociales y al colágeno (¿por qué no?), esta etiqueta describía a un grupo más específico.
Se trata de esos consumidores de edad madura que de pronto actúan como jóvenes, cuyos objetos o actividades favoritas son aquellos que contribuyen a elevar su autoestima. Por ejemplo, un midoréxico se somete a dietas de bienestar, va al salón de belleza, se convierte en runner, está al grito de la moda, etc., lo que busca es lucir espectacular.
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Sería irónico pensar que se trata de una etapa “pasajera”, al contrario, es la manera que tiene de reajustarse en la sociedad, pero con el estilo de vida actual. Básicamente, la midorexia es el deseo que se tiene de vivir acorde con lo que tu cuerpo y tu mente te dice, sin tomar en cuenta la edad… ¿Está mal?
Con información de The Happening, Revista Semana y Consalud.es
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