Siete de cada 10 mexicanos que nacen pobres no logran salir de esa condición en toda su vida, así lo reporta el Informe Movilidad Social 2019.
De acuerdo con el análisis nacional realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, esta cifra cambia dependiendo de la región, pues las oportunidades con las que cuentan las personas para salir adelante, no son las mismas en todas las zonas del país.
Por ejemplo, en el sur de México es aún más complicado superar la pobreza; los datos señalan que el 86% de la población que nace en hogares pobres, permanecerá en esta situación, es decir, de 100 personas, sólo 24 lograrán dejar las precariedades atrás.
En el norte del país esta proporción cambia casi de manera radical, pues de cada 100 personas que nacen en un hogar pobre, 54 tienen la posibilidad de avanzar. En el caso de la Ciudad de México el panorama no es tan alentador, pues 40 de cada 100 capitalinos que se desarrollan en un sector marginal se mantendrán así durante el resto de su vida.
El estudio señala que el origen de las personas sí afecta sus opciones de movilidad, pues reduce su capacidad de escalar en la pirámide económica.
Pero detrás de esta baja movilidad social en México, se encuentra la desigualdad de oportunidades que a nivel nacional es del 48%. Para la CDMX es de 41% y para la zona norte es de 31%.
(Foto: El Universal)
Desde la perspectiva de género, también se reportan enormes diferencias en la movilidad social de hombres y mujeres. Aunque tengan condiciones de origen similares, para las mujeres es más complicado superar la pobreza.
Pero los problemas de movilidad también son a la inversa, pues las mujeres nacidas en la parte más alta de la escalera social, se enfrentan a un mayor riesgo de descenso que los hombres. Esto se debe a que las opciones que ellas tienen en cuanto a participación económica, son más limitadas. Mientras el 82% de los hombres participan en el mercado laboral, en el caso de las mujeres esa cifra es apenas del 43%.
De acuerdo con este estudio, el color de piel también es determinante, pues los mexicanos con un tono más oscuro de piel experimentan una menor movilidad ascendente.
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