En el mundo del fisicoculturismo, hay algunas personas que fácilmente pierden la noción de lo que es saludable y lo que no.
Para tener un cuerpo con una musculatura impresionante se requiere de mucha disciplina, de un plan de entrenamiento riguroso y de una dieta adecuada y personalizada, que ayude a cada atleta a alcanzar sus objetivos.
La obsesión por tener un cuerpo escultural, con músculos definidos y una estética envidiable en el menor tiempo posible o sin mucho esfuerzo, ha llevado a miles de hombres y mujeres a consumir e inyectarse sustancias que pueden poner en riesgo su salud.
Hay quienes sufren de vigorexia, una manía enfermiza por ganar masa muscular, debido a que quien la padece no tiene una imagen realista de su cuerpo; pero más allá de esto, la obsesión por “verse bien” lleva a muchos atletas a recurrir a los esteroides, mismos que si no se controlan de manera adecuada, pueden provocar serios daños a la salud.
Kiril Tereshin es un chico de Rusia que superó los límites del fisicoculturismo y trató de conseguir unos enormes músculos con el menor esfuerzo. En 2017 se convirtió en tendencia por presumir en redes sociales unos brazos extremadamente musculosos. Sus bíceps y tríceps eran tan grandes, de unos 60 centímetros, que lo comenzaron a llamar el “Hulk ruso”.
Este hombre consiguió esos brazos descomunales con la ayuda de varias inyecciones de Syhthol casero, el cual estaba hecho de una mezcla de aceite de oliva, alcohol bencílico y lidocaína, lo que lo llevó a padecer serios problemas de salud.
Kiril hizo esto para parecerse a su ídolo brasileño Romario Dos Santos Alves, el cual también uso Synthol para hacer crecer su musculatura y estuvo a punto de perder ambos brazos.
Ronnie Coleman, el fisicoculturista que ahora lucha por su salud
El “Hulk ruso” pasó por la misma situación, pues en noviembre de 2019 tuvo que ser operado para quitarle la carne afectada por los litros de aceite que se inyectó. De no haberlo hecho, podría haber sufrido problemas que lo habrían llevado incluso a la muerte.
De acuerdo con Dmitry Melnikov, el cirujano que lo operó, Tereshin tenía en cada brazo, tres litros de una mezcla de aceite que le estaba bloqueando la correcta circulación de la sangre en sus extremidades, por lo que le tuvo que ser retirada la carne que ya no servía.
Sin embargo, las cosas no quedaron ahí, pues Kiril tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en una segunda ocasión para retirar el líquido restante de sus brazos.
En sus redes sociales compartió una serie de fotografías en las que se le ven las marcas de su cirugía, de hecho, sus tríceps están llenos de puntos quirúrgicos.
Agradeció a los médicos que lo atendieron, pero señaló que no quiere perder la forma que tenían sus brazos, por los que se someterá a una nueva cirugía para colocarse unos implantes de silicona.
Con información de Antena 3 y Marca
Te compartimos este video del lugar donde los hombres “panzones” son muy valorados: