Es la empresa donde se fabrican los productos de Apple, le llaman Foxconn City y la mayoría de los componentes, ensambles y partes de un iPhone se hacen aquí. Está ubicado en el complejo de Shenzen en China, donde la mano de obra tiene un bajo costo y se realiza de forma masiva.
Justamente es eso, la gente, la que ha convertido a China en la segunda economía más grande del mundo. Solo en 2009 se tenían registrados 99 millones de trabajadores de fábricas y desde que se lanzó el iPhone, Foxconn, cuyo nombre es Taiwanese Hon Hai Precision Industry Co, Ltd, es “la leona” de las manufactureras.
Foxconn tiene una planta de 1.3 millones de personas en la nómina, es la más grande China y en el mundo, solo Walmart y McDonald´s tienen más empleados. Seguramente has escuchado de esta compañía, pues en 2010 se registraron diversos casos de trabajadores que se suicidaban, algunos por las malas condiciones de trabajo, otros en momentos de desesperación. Más de 14 personas se quitaron la vida y 20 más fueron detenidos en el intento.
Foto: Brian Merchant
Terry Gou, CEO de la llamada casa del iPhone, ha contratado consejeros y terapeutas para hablar con los trabajadores, pero las extenuantes jornadas, la presión de los gerentes y las injusticias en sus salarios han resultado en una maquinaria maldita.
El escritor y reportero de The Guardian, Brian Merchant, se coló en las instalaciones de la empresa, y escribió un extracto de lo que será su próximo libro para el diario británico, donde cuenta cómo es la vida al interior de las ciudad Foxconn, la compañía que produce el producto más vendido en todo el mundo.
Por varias semanas, Merchant entrevistó a algunos de los trabajadores de la planta, el primer testimonio que recoge es el de un chico llamado Xu, quien dice que Foxconn no es un lugar para un ser humano y que los suicidios son un problema diario que no sorprende a nadie.
Foto: Brian Merchant
El reportero pasó de testimonios donde algunos trabajadores encuentran el empleo no tan estresante, a los que necesitan mucho el dinero, los que lo critican y los que no lo soportan, pero requieren de él.
Debemos entender que la construcción de un iPhone requiere de cientos de personas para crear, diseñas y ensamblar cada uno. Un trabajador dijo que cada día, pasan por sus manos 1,700 iPhones.
Xu, uno de los testimonios asegura que la gente acepta trabajar ahí porque les prometen casa gratis, pero ya con el contrato los obligan a pagar altas sumas por agua y electricidad; que el trabajo permite que un jefe golpee o explote frente a un trabajador sin que nadie pueda inmiscuirse.
Hace cinco años, un grupo de 150 trabajadores intentó saltar desde uno de los complejos, se quejaban de malos pagos, sin embargo, al hablar con Xu, y uno de sus amigos, creen que la culpa no es de Apple, sino de Foxconn, pero consideran que la situación no va a cambiar así que hay que resignarse.
Foto: Brian Merchant
Brian pudo dar un recorrido por los diferentes complejos, ver donde se hace el iPhone, las extremas medidas de seguridad y tomó fotografías para llevar a cabo su libro The One Device: The Secret History of the iPhone by Brian Merchant, published by Bantam Press, que ya está en preventa.
El duro trabajo y la casi tortura psicológica no se comparan con nada de lo que hayamos visto, aunque otras empresas como Amazon también hayan sido ventiladas por problemas similares que rayan en la esclavitud.
Apple se ha mantenido muy al margen de la situación, pero se sabe que están enterados y al parecer no han hecho nada para detener el problema.