La cuarentena por coronavirus ha cambiado muchas cosas en nuestra vida y las videollamadas se han convertido en una forma esencial de comunicarnos. Sin embargo, nadie imaginaba que también podrían ser usadas… para sentenciar a un prisionero a muerte.
Lo anterior sucedió en Singapur, donde se dictó la primera condena a muerte de forma remota debido a la emergencia por Covid-19. En De10.mx te contamos todo respecto a este extraño caso que parece sacado de Black Mirror.
El hombre condenado a muerte a través de videollamadas
Punithan Genasan, de 37 años, fue condenado a muerte de forma remota debido a su participación en una transacción de drogas ocurrida en 2011.
La mayoría de las audiencias judiciales en Singapur se han pospuesto hasta el 1 de junio, cuando se levantará el confinamiento. Sin embargo, algunos casos urgentes se han llevado a corte de manera remota.
Kirsten Han, una activista y periodista, señala que dar una condena a muerte de forma remota “sólo destaca lo cínico y administrativo de la pena capital”.
Al ser condenado de forma remota, Punithan tampoco tuvo la oportunidad de ver a su familia durante la audiencia.
Este no es el único caso similar, ya que también en este mes otro hombre, Olalekan Hameed, fue condenado a muerte vía videollamada, pero en Nigeria. El prisionero estaba acusado de haber matado a la madre de su jefe, crimen por el que se declaró inocente.
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La pena de muerte en Singapur
Singapur tiene tolerancia cero contra el narcotráfico. En 2013, 18 personas fueron sentenciadas a muerte y de esas condenas, 11 involucraban cargos de drogas.
En años recientes, se han modificado las leyes, ya que anteriormente el narcotráfico se castigaba de manera automática con pena de muerte. Actualmente se puede reducir el castigo a cadena perpetua.
El gobierno sostiene que estas estrictas medidas mandan un mensaje fuerte de advertencia al resto de la población, pero grupos de derechos humanos señalan que el proceso es excesivamente hermético y se centra en castigar a las mulas de bajo nivel.
Entre la población, la pena de muerte es aceptada como parte de lo cotidiano y encuestas demuestran que la mayor parte de los ciudadanos apoya esta medida.
Con información de BBC
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