Tu pa, tu tu tu pa… es el coro del rap que “Cindy sin dientes” ha cantado por más de una década en el metro de Venezuela, su país natal, y después en el transporte público de Colombia, donde llegó por la crisis que viven los venezolanos.
“La abuelita rapera” volvió a hacerse viral después de que un nuevo video de ella cantando, en un autobús público de Bogotá, surgiera en las redes sociales.
"Necesito una ayuda pa' quitarme esta loquera, también me provoca tomarme una solera, no consigo mi cartera, me cayó una piojera, no tengo nada en la nevera, yo no soy una cualquiera, no soy bandolera, ni pistolera, tampoco soy estudiante, yo soy es rapera, una humilde abuelita rapera", dicen sus rimas que ella canta en el metro o camiones.
A pesar de vivir en medio de una emergencia sanitaria por el Covid-19, para su interpretación, Cindy se quita el cubrebocas poniendo en riesgo su salud y la de los demás.
Es sorprendente y preocupante como en medio de una pandemia mundial, ha tenido, como muchas otras personas en el mundo, que volver a salir a las calles para poder ganarse un poco de dinero y así poder comprar comida.
¿Quién es “Cindy sin dientes”, la abuelita rapera que canta en el metro?
Su nombre real es Marlene Alfonso López. Tiene 62 años y se hizo famosa gracias a los videos que usuarios del metro de Venezuela, su ciudad natal, subían a las redes sociales.
Ella comenzó a cantar a los 50 años en el metro para sobrevivir, pues a su edad le era más difícil, que a alguien joven, conseguir empleo.
La idea le surgió después de que vio a un chico recibir dinero por rapear en el metro. Fue ahí cuando dijo que ella podía hacer lo mismo con su propio estilo y carisma.
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Las rimas que canta fue compuesta con ayuda de la gente, pues ella les pedía apoyo con algunas palabras, dependiendo de lo que más les causaba gracia. También contaba chistes para que los usuarios tuvieran un trayecto más ameno.
Su popularidad la hizo aparecer en el programa de concursos El Precipicio en Caracas, y con lo que ganaba pagaba la renta, se compraba ropa, comida y hasta para rumbear le alcanzaba.
Desgraciadamente, tuvo que emigrar por la crisis económica venezolana a Colombia, donde sigue cantando en el transporte público, con la misma carisma y pobreza.
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