Cuando subimos una imagen a cualquiera de nuestras redes sociales estamos acostumbrados a colocarle un filtro, un color que destaque las cualidades, por ejemplo, de nuestro rostro, nos quite algo de cachete o bien, si es una fotografía de algún paisaje la hacemos más atractiva, por supuesto algunas veces ayuda.

Pero ¿no te parece que de pronto olvidamos la cualidad innata de la naturaleza? Dejamos escapar las imágenes que nos regala el ojo humano por intentar ponerle un arreglo por aquí y otro por allá.

Por supuesto para todos los que estudiaron periodismo, fotografía o diseño, el Photoshop es el pan de cada día y la verdad es que colabora en demasía con dichas profesiones, por lo cual, ver una imagen sin arreglo es casi un sacrilegio, bueno, no en esta ocasión.

Todas las imágenes que te presentamos a continuación, gracias a un recuento de , no tienen un ápice de efecto, son así al natural y se encargarán de recordarte cómo era la vida antes de los filtros de Instagram y el Photoshop.

¡No te las puedes perder por nada del mundo!

Foto de portada: Lisa Kristine. ©

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