De 2014 a 2017, el fotoperiodista Aitor Garmendia pudo entrar a 58 mataderos ubicados en diversos estados de la República Mexicana, donde documentó el sacrificio de vacas, cerdos, cabras, pollos y caballos.
Tras dejar al descubierto la violencia que impera en estos lugares, recibió el premio Picture of the Year International (POY) en la categoría Science and Natural History.
En un inicio, el español tuvo acceso a dos mataderos en el estado de Jalisco, donde fotografió todos los procedimientos: desde la llegada de los animales en camiones donde viajan hacinados, hasta el momento de la matanza, en el que suelen usarse técnicas violentas y crueles.
Posteriormente, el fotógrafo logró infiltrarse en 58 mataderos mexicanos para nutrir la evidencia de lo que sucede en este tipo de lugares. La explotación y violencia sistemática en contra de los animales quedó al descubierto, a pesar de que la industria de la carne ha querido mantenerla oculta.
Parte de las revelaciones de Aitor Garmendia son que, muchas veces, los animales son conducidos directamente a la zona de sacrificio, estando plenamente conscientes, a pesar de que la Norma Oficial Mexicana NOM-033-SAG/ZOO-2014, que establece los métodos para dar muerte a animales domésticos y silvestres, exige que sean insensibilizados antes de su sacrificio.
Evidentemente, la ley no se cumple. Estos animales son pateados, arrastrados, lanzados al suelo y pisoteados durante su camino al matadero, y cuando llegan a los rastros la historia no cambia, las vejaciones contra estos seres vivos continúan alargando su agonía.
Los métodos que usan para aturdirlos antes de sacrificarlos dependen de la resistencia del animal y de la pericia que tengan los empleados, por lo que no siempre son eficaces. ¿El resultado? Los cerdos, vacas y caballos sufren de manera indescriptible.
En Tras los Muros, el proyecto de investigación de Aitor Garmendia, puedes encontrar el fotorreportaje completo.
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Con información de Tras los Muros