Hace 8 años, Matt Williams era un universitario común y corriente, pero una noche, en el baño de un bar, tuvo una idea que le cambió la vida por completo.
Él llegó al baño y puso su cerveza sobre el mingitorio mientras orinaba. Ahí se dio cuenta que todos los hombres intentaban recargar su cerveza encina del orinal, o la dejaban en el piso, o de plano, sostenían el vaso con los dientes.
Ahí fue cuando se preguntó ¿por qué no hay una pieza funcional en estos lugares para poner la botella o el vaso?
Matt se imaginó un estante sencillo, junto a los inodoros, en los que se pudiera dejar la cerveza, un teléfono y hasta la cartera. Luego pensó que se si se le agregaba publicidad a ese pequeño invento, podría obtener mayores ganancias. Escribió la idea en una servilleta y se fue a casa.
Aunque el tiempo pasaba, la idea seguía en la cabeza de este joven emprendedor, así que comenzó a buscar la manera de materializar su idea. Williams recaudó 65 mil dólares entre sus tarjetas de crédito, préstamos de su padre y dos inversores.
El dinero fue utilizado para contratar una empresa de ingeniería que desarrolló un prototipo para su “estante de cerveza”. El producto fue bautizado como LavCup, con el slogan “Because you can't hold it” (Porque no puedes sostenerlo).
El LavCup es un pequeño estante con una base de goma para que tu bebida no resbale. Además está hecho de un material que ayuda a mantenerlo en buenas condiciones sanitarias. Además tiene un espacio para publicidad.
Matt empezó a comercializar el producto en 2013 y su primer encuentro importante fue con Peter McLoughlin, presidente de los Halcones Marinos de Seattle, de la NFL. En 10 semanas, LavCup ya tenía su primer pedido: 1,200 unidades para el estadio del equipo, el CenturyLink Field.
Ahora, LavCup cuenta con más de 21 mil unidades instaladas en 26 lugares, que cubren las principales ligas deportivas. Su negocio ha recaudado más de 600 mil dólares de inversionistas y tan solo en el 2017 sus ingresos alcanzaron los 2 millones de dólares.
Aunque debemos decir que los LavCup en realidad no se venden, sino que se entregan de manera gratuita a los estadios y luego la empresa crea y vende la publicidad que se pone en ellos.
Los necesitamos en México ¡ya!