Cuando hablamos de los jóvenes, de los llamados millennials, solemos pensar que se trata de una generación apática, inconforme con todo y que solamente se dedica a cuestionar lo que pasa a su alrededor, detrás de la pantalla de una computadora o de un smartphone.

Pero tras el sismo de 7.1 grados Richter del pasado 19 de septiembre, miles de ellos salieron a las calles para apoyar; dejaron atrás las computadoras para apoyar en el retiro de escombro, como ayudantes de enfermeros, agentes de tránsito, reuniendo víveres y repartiendo comida a los rescatistas y policías.

Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar
Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar

Sí, esa generación que salió a ayudar a las víctimas del sismo en varios puntos de la Ciudad de México, de Morelos y Puebla y hasta Oaxaca y Chiapas, no vivió el terremoto de 1985, pero el movimiento telúrico ocurrido exactamente 32 años después los marcó profundamente.

En la colonia Condesa todos se mezclaban de manera homogénea, sin importar la clase social.

Aquí es donde nos replanteamos la pregunta: ¿los millennials son realmente una generación perdida? Definitivamente NO. Nos han dado una lección y ahora entendemos que no todo les da igual. Son empáticos con el dolor ajeno y tal pareciera que “heredaron” esa solidaridad y unión que sus padres demostraron aquel 19 de septiembre de 1985.

Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar
Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar

En medio de la tragedia, los jóvenes “se pusieron las pilas” y nos dieron una gran lección de vida. No solo ayudaron en la Condesa, sino en el Colegio Enrique Rébsamen, en Coapa, en Xochimilco, División del Norte, Lindavista, y todas las zonas en las que hubo afectaciones.

El mayor ejemplo

Uno de los casos más relevantes fue el de San Gregorio donde, gracias al llamado de ayuda que se hizo a través de las redes sociales, el apoyo llegó en cuestión de minutos. Los jóvenes colapsaron las calles, ansiosos de integrarse como voluntarios.

Ofrecían, desde atención médica hasta ayuda psicológica. Se les podía ver junto a montones de escombros, de colchones y restos de electrodomésticos inservibles, ayudando a las personas a salir de sus casas, prácticamente destruidas.

Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar
Los “apáticos Millennials” que tomaron a las calles para ayudar

Acopio de víveres

¿Qué decir de las brigadas que conformaron? Bastó que alguien asumiera la voz de mando para organizar a miles de jóvenes que aportaron lo que estuvo en sus manos para tratar de reconfortar el cuerpo y corazones de las personas afectadas.

Decenas de centros de acopio, en los que los millennials recibían la ayuda, la organizaban y la empaquetaban para ir a entregarla. Todo, realizando el mínimo descanso. Veíamos cadenas humanas interminables, brazos adoloridos, pero que no se doblaban...

Sin su fuerza y solidaridad, esta tragedia hubiera sido más difícil de sobrellevar ¡Gracias!

Con información de y .

Fotos tomadas de Twitter.

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