Desde su lanzamiento en 2004, Facebook se convirtió en un fenómeno social en el mundo virtual, pues después de ser creada para los alumnos de la Universidad de Harvard, la plataforma que creó Mark Zuckerberg se expandió a casi todo el mundo. Como menciona el portal cad.com.mx, para 2005, un año posterior a su presentación, la red social ya contaba con más de un millón de usuarios y unas oficinas en Palo Alto, California.
Hoy Facebook cuenta con 1.400 millones de usuarios activos al mes en promedio (junio 2015), de los cuales seguramente habrá varios millones obsesionados por estar revisando constantemente su muro de noticas, publicando fotos, comentando, compartiendo y etiquetando a sus amigos, siendo “celebridades” y espías del mundo virtual en la red social más utilizada en la actualidad.
No podemos negar que la mayoría de los que contamos con una cuenta en Facebook hemos revisado, con fines de “chisme”, el perfil de diversos “amigos” pues queremos saber más sobre su vida, pero cuando ese “pasatiempo” se convierte en una obsesión, debemos poner atención, pues podemos caer en una adicción… y aunque aún no ha sido reconocida como una enfermedad, sabemos que ciertas acciones ya no son sanas para cualquier persona.
Bajo este panorama, es que los sitios abc.es y publimetro.cl han enlistado 10 síntomas o señales que te indican que estás cruzando la línea de lo “normal” para convertirte en un adicto de Facebook… ¡Checa el listado y toma tus precauciones!
1. Subes fotos de todo lo que haces
Sí, desde la clásica selfie al despertar, pasando por lo que desayunaste hasta tus múltiples salidas a cenar, al cine, tus viajes, fiestas, etc., y también te ocupas de etiquetar a tus acompañantes y de revisar cuántos “likes” recibe cada una de dichas fotos. ¿Te identificas? Entonces en momento de disfrutar más en la vida fuera del ordenador y de tu móvil, respira y observa a tu alrededor.
2. Publicas todo lo que pasa a tu alrededor
Una cosa son las fotos y otra muy distinta los post de texto, sí, aquellos que mencionan que te sientes triste, que te peleaste con tu novio/a, que tu jefe es mala onda, que tu perro está enfermo, que todo te pasa y que quieres que todo el mundo se entere de ello; obvio esperando interacción, que tus “amigos” te pregunten sobre esa situación o te den alguna recomendación. Lo malo, es que si llegas a saturar a tus contactos con este tipo de contenido, no obtendrás lo que buscas, y probablemente bloqueen tus publicaciones o hasta te eliminen.
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3. Compartes cotidianamente enlaces que recibes sin saber quién te los envía o sin abrirlos
No por hacerte el “interesante” debes compartir todo lo que ves en tu timeline, pues en algunas ocasiones pueden ser virus o información falsa. Ten más cuidado con lo que compartes con tu red de amigos.
4. Revisas cada cinco minutos tu muro para saber si tienen algún mensaje, un nuevo “like”o algún comentario
No importa con quién estés o en dónde, sientes la constante necesidad de revisar tu perfil para saber qué ha pasado, si alguien quiere contactar contigo o si hay una nueva noticia que compartir. Es como si tu vida dependiera de lo que pase en Facebook.
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5. Prefieres mantener una conversación a través de internet que hacerlo en la vida real
Para ti es más cómodo y practico platicar a través de la red social y de su chat que encontrarte con tus verdaderos amigos en un café. Estás tan acostumbrado a los mensajes que no le ves sentido a hablar cara a cara con las personas.
6. Te obsesiona ser el primero en dar “like” de las fotos de tus amigos y familiares
Piensas que con este tipo de acciones llamarás la atención de las personas, pues ellos sabrán que estás al día en todo lo que se refiere a Facebook y a sus vidas, pero la verdad es que los “likes” pierden sentido cuando te das cuenta que sólo son por compromiso, algo así como “no mientas por convivir”.
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7. Te has convertido en una persona impaciente, pues quieres que los demás te contesten al instante
Así como tú estás pegado a Facebook piensas que las demás personas lo están, y por tanto no entiendes por qué no contestan a tus mensajes o no recibes “likes” de forma inmediata; hasta llegas a molestarte con ellos porque no reaccionan como tú lo deseas.
8. Sufres estrés a la hora de elegir qué mensaje vas a publicar
Las publicaciones en tu muro se han vuelto un dolor de cabeza, ya que en verdad deseas tener muchos “likes” y comentarios, así que ensayas varias veces lo que van a escribir antes de publicarlo.
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9. Sueles estar siempre en línea (incluso cuando vas al baño)
Eres la persona más disponible de Facebook, no importa la hora, el lugar, la situación, tú siempre estás listo para contestar e interactuar con los demás en la red social. Te hace falta ¡vivir más!
10. Tu única aspiración es ver lo felices o infelices que están tus contactos.
Cuando tu vida y conversaciones con otras personas gira en torno a lo que publican tus contactos en la red social, es que en verdad eres un adicto. Pero si le sumamos que tu estado de ánimo depende de la perspectiva que tienes de tus “amigos” en Facebook, es que probablemente también tengas depresión.
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