Entonces son las 11 de la noche y cuando estas intentando conciliar el sueño, se aparece en tu cabeza, una de esas canciones del demonio que seguramente odias, pero no puedes quitar de tu cerebro. Y las 11 de la noche es el mejor momento para pensar en qué llevó a J. Balvin a escribir una letra tan profunda como “si necesita reggaetón, dale”
La mayoría de nosotros tenemos registradas en nuestra cabeza una serie de canciones que no nos gustan, de alguna forma extraña las sabes y las repites en los momentos más raros, es irritante sí, es poderoso sí, es estúpido por supuesto, pero tiene una razón científica, como casi todo.
De acuerdo con BBC, un estudio señala que la mejor forma de quitarte de la mente esas canciones es ¡mascando chicle! Según los autores de la investigación de la Universidad de Reading en Reino Unido, masticar un chicle después de escuchar una canción pegajosa nos hace pensar en ella con menos frecuencia.
Esta no es la única solución, un estudio anterior, llevado a cabo por la Universidad Western Washington, en Estados Unidos, sugiere que se puede acabar con esta sensación sólo con resolver anagramas complejos, leer una novela puede causar el mismo efecto.
¿Y qué hace a una canción pegajosa?
De acuerdo con El Clarín, existen cuatro elementos clave. Uno, es el aire que toma el cantante para cantar los versos de la canción. Es decir, cuanto más largo es el tiempo que sostiene las palabras, más fácil es que queramos cantar con él. Lo siguiente es que, cuanto mayor es el número de sonidos, más pegadizo será el tema. Además, aquellas canciones con voces agudas y trabajos vocales indicarían más dosis de “energía”. El último elemento que influye es el sexo del cantante.
Por ello en De10.mx te presentamos un recuento de canciones que seguro no te gustan, bueno algunas tal vez son culposas, pero que no podrás leer sin comenzar a cantar y seguro se quedarán en tu cabeza.
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