El campeón mundial de peso pesado, el boxeador británico Tyson Fury, batió al luchador camerunés de artes marciales mixtas (MMA) Francis Ngannou por decisión dividida en un combate en Arabia Saudita.
En su primer combate de boxeo, Ngannou tumbó a Fury en el tercer asalto, pero el luchador británico de 35 años, aunque conmocionado, pudo continuar hasta el final del combate.
El invicto luchador británico se refirió burlonamente esta semana a su oponente como "una salchicha muy gorda", pero después reconoció que el camerunés lo había hecho tambalear.
"Es un hombre muy incómodo, un buen pegador y le respeto mucho", dijo Fury, que calificó el combate como "probablemente uno de los más duros" que ha tenido en una década.
El británico era claramente favorito ante el camerunés, novato en el boxeo.
"Era mi primer combate de boxeo, gran experiencia. No doy ninguna excusa", dijo Ngannou en una entrevista al lado del cuadrilátero.
"Sé que me quedé corto. Voy a volver y a trabajar más duro (...) Ahora sé que puedo hacer esto", agregó.
El cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de peso pesado de Fury no estaba en disputa en este combate en la capital saudita presentado como la "Battle of the Baddest", la batalla de los más malos.
Las autoridades sauditas confían que el evento ayude a impulsar el reino del Golfo como escenario de grandes combates de boxeo.
Como todas las partes querían otorgar al combate cierta legitimidad deportiva, el CMB creó un cinturón de "campeón de Riad" para que el ganador pudiera lucir algo más en el ring que un enorme cheque.
Reportes de prensa señalan que Fury cobró 50 millones de libras (60,6 millones de dólares) por la exhibición, mientras que Ngannou habría recibido 10 millones de libras.