Una verdadera historia de vida regaló Edgar Cuenca, boxeador profesional mexicano que, después de obtener un triunfo en su debut, el pasado 28 de octubre, contó un pedacito de la dura carrera que le ha llevado a inaugurarse en el nivel más alto del boxeo a los 34 años.
Cuenca relató detalles sobre su vida actual y pasada que han mostrado que el deporte realmente salva vidas. El peleador azteca debutó ante el estadounidense Anthony Constantino, representante de Estados Unidos, algo que para Cuenca fue objeto de motivación para ganar por México. "Lo que pasaba por mi mente era no quedarle mal al pueblo mexicano".
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El pugilista mexicano, luego de vencer a Constantino, relató para Combate Space, que se dedica a vender dulces. "Yo vendo dulces en los camiones, entonces para un vendedor de dulces que viene de una familia disfuncional y marginada, aún hubiera perdido me hubiera llevado la mano en alto", expresó.
"¿Qué es lo que me ha llevado? La drogadicción. Destruí a mi familia, tengo dos hijos adolescentes. Me dejó mi esposa por ser un drogadicto, alguien de la calle. Me dijo la última vez que me vio, hace ocho años, que yo nunca iba a salir de las drogas, del vicio. Espero me esté viendo aquí, si salí", puntualizó el pugilista.
Por último, afirmó que en su carrera, a sus 34 años, espera lo que 'el boxeo le quiera dar'.