Uno de los negocios que tiene Saúl 'Canelo' Álvarez es su taquería, misma que administra junto a su hermano Ricardo Álvarez en Guadalajara y la cual visitó este jueves.
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El Canelo dejó el boxeo por un momento para ponerse a preparar tacos, en los videos y fotos que circulan en redes sociales se observa al tapatío en la parrilla atendiendo las comandas de los clientes.
Saúl llegó por la noche al negocio 'El Pastor del Rica', en el local ya lo esperaba su hermano Ricardo y juntos comenzaron a preparar diversos tacos.
El momento quedó grabado por clientes que estaban cenando, además, en las redes oficiales de Canelo, de Ricardo y del negocio hay algunas tomas de este curioso hecho.
Conforme pasaron los minutos llegaron más clientes al negocio, mismos que a la distancia le gritaban al boxeador para conseguir un autógrafo o foto del recuerdo.
En la taquería venden las gorras oficiales del campeón supermediano del CMB, AMB y OMB así que aprovechó para firmar varios de estos artículos.
Canelo hace unos días estuvo presente en la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de México.
Se rumora que en lo próximos días viajará a Japón para concretar una posible pelea en aquel país, aunque no hay nada oficial sobre este hecho.
En lo que va de las últimas semanas, esta es la segunda ocasión en que el boxeador mexicano, Saúl "Canelo" Álvarez, se relaciona con temas culinarios, aunque la primera más bien fue algo 'chuzca'.
El púgil se tomó unos días de descanso, después de vencer a Édgar Berlanga ―por decisión unánime― en la T-Mobile Arenas de Las Vegas, Nevada.
A finales de septiembre, el peleador fue captado en un supermercado, sorprendiendo a sus aficionados. Y es que, para promocionar su bebida "VMC" (Viva México Cabrones), visitó supermercados en Estados Unidos.
Sin embargo, en uno de ellos, "Canelo" se convirtió en "víctima" de una petición extraña: uno de los presentes le pidió al boxeador que le firmara "el chorizo".
Esto captó la atención del pugilista, quien volteó a ver de dónde provenía el grito. Y resultó que el aficionado tenía un chorizo en la mano.