Este jueves por la mañana, el oeste de Ucrania se despertó con el sonido de las sirenas por un ataque aéreo que, además de los simulacros, no sonaban desde la Segunda Guerra Mundial. De un momento a otro, las familias tuvieron que resguardarse en lugares seguros. Los ciudadanos ucranianos se escondieron en sus sótanos y en estaciones de metro, que sirvieron como refugios antibombas.
Antes del ataque de Rusia, por orden del presidente, Vladimir Putin, este lanzó una amenaza a "aquellos que puedan verse tentados a intervenir" en su guerra contra Ucrania.
"Ahora algunas palabras muy importantes para aquellos que pueden verse tentados a intervenir en los acontecimientos en curso desde el exterior. Quien intente interferir con nosotros, y más aún crear amenazas a nuestro país, a nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y lo llevará a consecuencias como nunca ha experimentado en su historia. Estamos listos para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Se han tomado todas las decisiones necesarias al respecto. Espero ser escuchado", declaró Putín.
Como respuesta a la invasión, líderes del mundo condenaron las acciones y se preparan para responder. Por su parte, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, impuso la ley marcial, que está diseñada para tiempos de emergencia, pero que pone en peligro los derechos civiles.
Foto: AP
En video, Zelenski declaró que Ucrania estaba bajo ataque después de los lanzamientos de misiles que envió Rusia por tres frentes. Ante esto, se impuso la ley marcial en la nación, la cual se refiere a implementar un gobierno de autoridad militar, suspendiendo temporalmente la autoridad civil.
La ley ofrece facultades extraordinarias a las fuerzas armadas, desde los militares hasta la polícia, para mantener el orden público. Bajo este régimen se pueden instaurar fuertes restricciones, como la prohibición de movimientos, partidos políticos o reuniones.
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Los líderes activan la ley marcial cuando las instituciones de justicia tienen problemas para mantener al país bajo control durante una guerra o rebelión. Con ella, cualquier organismo debe dar total apoyo a las decisiones que tomen las autoridades militares.
Los ciudadanos pueden ser llamados al frente, se instauran toques de queda y se aplica la ley militar a civiles. El ejército puede castigar a aquellos que violenten las calles, roben o protesten, sin que haya un proceso legal de por medio.
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