En 2019, Ava Majury creó una cuenta en TikTok para distraerse de la pandemia. Un año después, con tan solo 14 años de edad, ya tenía más de un millón de seguidores. Uno de ellos, que se hacía llamar EricJustin111, quien comenzó a querer llamar la atención de la chica llenando sus publicaciones de comentarios.
Le envió mensajes privados en Snapchat e Instagram y de la nada aparecía en juegos online que ella compartía con sus hermanos. Al inicio, Ava le respondía con un “hola”, como lo hacía con algunos fans, pero no iba más allá.
Sin que ella lo supiera, Justin logró contactar a sus compañeros de escuela, a quienes les pagó por más fotos y su número de celular. Incluso, accedió a realizar una tarea de matemáticas por contenido de la chica.
Así como con sus conocidos, a la tiktoker también le ofrecía dinero por fotos privadas. Ava le vendió dos imágenes de su rostro en 300 dólares, pero cuando él pidió fotos de su trasero y pies, decidió bloquearlo. En un intento por lograr que lo desbloqueara, siguió depositando dinero, por un total de 600 dólares.
Ava le informó a sus padres y ellos le mandaron un mensaje a Justin pidiéndole que dejara a su hija en paz. Desde ese momento, el joven comenzó a planificar su ataque. Contactó a un compañero de clase de la joven para ver si tenía un arma. Ava se enteró y le contó a su papá, quien al ver que vivía muy lejos, no lo tomó como peligroso, lo cual fue un grave error.
El 10 de julio de 2020, Eric Rohan Justin, de 18 años, viajó de Maryland a Florida a la casa de Ava. Llegó con una escopeta y disparó a la puerta principal. Para suerte de la joven y su familia, el arma se atascó, por lo que le dio oportunidad al padre de la tiktoker, Rob Majury, un teniente de policía retirado, de reaccionar. La señora Majury llamó al 911.
Rob fue detrás de él, pero tropezó y cayó. Justin escapó. Su padre se quedó en la puerta hasta que la policía llegara, sin embargo, el atacante volvió antes. El expolicía le ordenó que bajara el arma, pero en lugar de hacerle caso, lo apuntó y Rob le disparó. Justin murió.
Los Majury tuvieron que mudarse porque la asociación de propietarios les pidió desalojar. Según la ley de Florida, Rob podría salvarse de un enjuiciamiento por el uso justificable de la fuerza letal. Ava sigue activa en redes sociales, pero con mayor supervisión de sus padres.
Esta historia se dio a conocer recientemente debido a las investigaciones que llevó a capo la policía para saber qué fue lo que pasó en este trágico hecho.
Con información de: The New York Times
No te pierdas de las últimas noticias de De10.mx en Google News, síguenos aquí
Video: Investigan a tiktoker por llevar un oso a casa para “entretener” a su hijo