Hay muchas teorías sobre el fin del mundo o de la humanidad, que si un meteorito, una guerra biológica, un ataque zombie o tal vez un nuclear… Como sea, poco a poco, con el cambio climático, la contaminación, la falta de agua y el derretimiento de los polos nos vamos acercando más al inicio del fin.
Pero ¿alguna vez has pensado ser aniquilado por el fuego? El supervolcán de Yellowstone es uno de los más grandes en el mundo y tiene la potencia para acabar con la humanidad. Se creó hace 600 mil años y su última erupción fue aproximadamente hace 175 mil años; pero de volverlo a arrojar lava, podría ser el final del planeta como lo conocemos.
Los especialistas están preocupados por la magnitud de esta estructura geológica, incluso la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) tiene un plan para controlar y evitar que este volcán entre en erupción, pero hay un problema: es muy costoso.
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Debajo del Parque Nacional de Yellowstone, ubicado en el extremo noroeste de Wyoming y parte de Idaho y Montana, en Estados Unidos, descansa una bestia: el supervolcán de Yellowstone.
Fue llamado supervolcán porque tiene la capacidad eruptiva 100 veces mayor que la de un volcán normal. Nació hace 600 mil años, cuando una fuerte erupción en el lugar expulsó alrededor de mil kilómetros cúbicos de roca y ceniza, lo que creó una caldera volcánica de 64 km de ancho.
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Esta reserva de magma es la responsable de las erupciones de los géisers y de que las aguas termales estén burbujeando todo el tiempo en el Parque Nacional de Yellowstone, que es visitado por más de 3 millones de personas cada año.
La NASA ha catalogado a este volcán como una de las mayores amenazas naturales, pues de estallar sería el inicio de un desastroso invierno volcánico y el mundo entraría en hambruna global, ya que las reservas de comida solo alcanzarían para dos meses y medio.
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Un volcán entra en erupción cuando el magma al interior de la Tierra se calienta y esta busca salir. Para evitar que explote el supervolcán de Yellowstone, hay una solución: enfriarlo con agua, que deberá ser vertida directamente en el cráter.
Pero como es un gran volcán, se necesitarían enormes cantidades de agua, lo cual probablemente deje sin el líquido a muchas personas. Esto no sería nada grato, pues en varios lugares del mundo, como en México, existe un desabasto de agua, la cual no querrán compartir con un volcán.
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La NASA tiene una alternativa, que consiste en crear un túnel de 10km de profundidad a un costado del volcán, hasta llegar a la magma, y bombear a alta presión (para reducir litros) agua, este procedimiento bajaría la temperatura un poco cada día.
Este plan traería muchos beneficios y tranquilidad, pues nadie quiere morir calcinado o hambriento, sin embargo, el problema es que costaría 3.46 billones de dólares. Una cantidad enorme, pero que pensándolo bien vale la pena para salvar a la humanidad.
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