Por alguna razón las camas de bronceado nos recuerdan a la escena de Destino Final, donde la máquina se avería, la chica queda atrapada y muere quemada. Por supuesto, este tipo de accidentes pueden suceder en la vida real y han sucedido, aunque no hasta la muerte.
Emma Hoffstrom, una tiktoker de Suecia, relató su experiencia con este tipo de aparatos en donde terminó con la cara roja y quemaduras graves tras pasar 18 minutos en una cama de bronceado “rota”.
La mujer compartió fotos de su antes y después, en donde primero se observa muy feliz antes de entrar a la cabina, para luego dejarse ver acostada en una camilla de hospital con el rostro lleno de ampollas y gasas.
“La cama de bronceado en realidad estaba rota. Se supone que tiene un límite de la cantidad de luz ultravioleta que obtienes, y en este caso, no tenía límite”, explicó la afectada en un video.
Foto: TikTok @emmahoffstrm
Hoffstrom no dijo el nombre del establecimiento, pero sí dejó claro que no los iba a demandar por los daños. Tras contar su historia, la joven recibió todo tipo de comentarios. Unos ofrecieron su apoyo para emprender acciones legales y otros argumentaron que la culpa era de ella y no del salón; otros platicaron sus propias experiencias.
“¿Qué tipo de salón de bronceado permite estar por 18 minutos?”, “utilicé uno hace años durante unos minutos con los ojos abiertos. Me quemé la córnea de mis ojos. Estuve ciego durante días”, dijeron algunos.
Por supuesto, hubo quien no dudó en burlarse con comentarios como: “¿18 minutos? ¿Fue alimentado por un reactor nuclear?”; “¿estaba configurado en modo BBQ?”; “para la próxima permanece 30 minutos”.
De acuerdo a la Administración de Alimentos y Medicamentos, “un bronceado es la reacción de la piel a la exposición a los rayos UV. Al reconocer la exposición a los rayos como un 'insulto', la piel actúa en defensa propia produciendo más melanina, un pigmento que oscurece la piel. Con el tiempo, este daño conducirá a una piel envejecida prematuramente y, en algunos casos, a cáncer de piel”.
En julio de 2009, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), parte de la Organización Mundial de la Salud, clasificó a las camas de bronceado en la categoría de “cancerígenos para los humanos”.El riesgo aumenta en un 75% cuando se comienza a utilizar este tipo de máquina antes de los 35 años.