Las redes sociales no perdonan y así como pueden hacer famosa a una persona, pueden destruir la vida de otra en segundos. Los videos virales son cada vez más comunes, algunos permanecen en la red poco tiempo, mientras que unos más se quedan en la memoria de los internautas y se convierten en memes muy populares.
Ser el centro de atención es algo que no todos quisieran, como Lara da Silva, quien se volvió en la burla de la Internet por su frase: "¿Ya terminaste, Jessica?", después de que tuviera una pelea en las calles de Alto Jequitibá, en Minas Gerais, Brasil.
Esto ocurrió en 2015, cuando ambas chicas de 12 años pelearon fuera de su escuela por celos de uno de sus compañeros. El episodio fue grabado por los asistentes y subido a la red. Pero lo que debió quedar en solo una disputa juvenil, en realidad se convirtió para Lara en visitas al psicólogo, querer quitarse la vida y dejar sus estudios. Tuvieron que pasar seis años para que la joven hablará sobre lo que ha sido su vida después de convertirse en meme.
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“Es algo que no he aceptado del todo. Si lo pienso demasiado, me enferma. No es algo que me guste, pero es algo que pasó, no hay vuelta atrás”, señaló Lara ante su situación. Así lo reveló a la BBC.
Tras la propagación del video, la escuela llamó a los padres de las menores, pero las personas comenzaron a reconocerla en la calle y señalarla. Además, dentro de la institución era blanco de bullying. Cuando sus papás se dieron cuenta de su sufrimiento la sacaron de clases.
Su madre, Deusiana, le prohibió usar internet o televisión e incluso se fueron de vacaciones a la playa para relajarse, pero al volver se dieron cuenta que todavía seguían hablando de ella. Por lo que demandaron a las cadenas de TV y cualquier otra plataforma, como Google y Facebook, que mostró la escena, con el objetivo de que borraran el video y obtener una indemnización por daños morales y materiales.
Foto: Instagram @laradaslv
Lara no quería salir a la calle y optó por quedarse en casa. Ella recuerda que lo que más le gustaba era “dormir y ordenar la casa”. No pasó mucho tiempo cuando la niña comenzó a cortarse las manos y las piernas.
“Después de la primera vez, se convirtió en una adicción. Me cortaba más y más profundamente y en más lugares. Cuando pasaba algo, como cuando veía a alguien burlándose de mí en la calle o pasaba algo que me entristecía, me cortaba”, comentó Lara sobre los cortes que le dejaron varias cicatrices.
El psicólogo le diagnosticó depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y ansiedad, problemas de salud mental que le hicieron tomar hasta siete medicamentos al día. Ahora, Lara de 18 años busca comenzar a retomar su vida y difundir el daño que pueden hacer las redes sociales, para evitar que otros pasen por lo que ella ha sufrido.
Con información de la BBC
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