Seguro alguna vez en tu vida has pensado que quizá si hubieras nacido en otro país, todo sería diferente. Esto no solo se trata de una situación económica o de mejor condición de vida, también de imagen y gustos. A lo mejor amas tanto el rojo, que desearías ser un pelirrojo irlandés, o te gusta el frío y quisieras vivir en un lugar con bajas temperaturas.
Pero de soñar a hacerlo realidad, hay un camino muy grande y mucho dinero de por medio. El influencer británico, Oli London, llevó su deseo de ser de otro país más lejos y se ha sometido desde 2013 a diversas cirugías estéticas para lucir como coreano. Demostrando que a veces no solo se trata de desear ser de una nación de primer mundo.
Su travesía comenzó con su amor por Jimin, miembro de la banda de K-pop BTS. Esta fascinación le ha costado más de 200 mil dólares en más de 20 operaciones estéticas para modificar sus ojos, mejillas, mentón, nariz y labios.
Sin embargo, según él, los que lo conocen dicen que no puede ser 100% coreano por el tamaño de su miembro. Por esta razón, este hombre de 32 años ahora busca la manera de reducir su pene a la talla promedio de los asiáticos.
Sin entrar en detalles de cuál es la raza que tiene el miembro más grande, según un estudio de la Universidad de Ulster, los coreanos tienen la media de 9.66 cm, ocupando los últimos lugares a nivel mundial; por encima, por ejemplo, están los hombres de República del Congo, con sus 17.93 cm.
“No quiero que la gente se ofenda por esto, pero en Corea el pene mide como 3.5 pulgadas (8.89 cm), y me trollean todo el tiempo. La gente dice: 'Oh, no puedes ser coreano. No eres 100 por ciento coreano', y yo solo quiero ser 100 por ciento coreano”, confesó Oli London a Newsweek.
El influencer, con más de medio millón de seguidores en Instagram, está dispuesto a reducir su pene. Incluso ya sabe que en Tailandia podrían hacer el procedimiento por 6 u 8 mil dólares, ya que en ese país hay diversos especialistas en cambios de sexo.
"Es muy raro, porque la mayoría de las personas se agrandarán el pene. Se que suena raro. Solo quiero ser 100 por ciento coreano”, dijo Oli.
Pasar por el quirófano no lo pone nervioso, pues si algo sale mal, solo se somete a otra operación y listo. Pero en cuanto a su vida amorosa, está consciente que puede “empeorar las cosas” y “desanimar” a algunos amantes.
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