La ciudad de Beijing anunció un mandato de vacunación contra el Covid-19 para que sus habitantes puedan ingresar a lugares públicos, en un intento por contener la propagación de una subvariante de ómicron muy infecciosa.
A partir del 11 de julio de 2022, las personas deberán mostrar su comprobante de vacunación antes de entrar a lugares públicos como cines, bibliotecas, museos, gimnasios, estados y centros de entrenamiento.
Los lugares con un aforo limitado o donde sea necesario reservar, están obligados a priorizar el ingreso para los clientes que sí están vacunados.
En el caso de los adultos mayores que visiten lugares con actividades específicas para ellos, como centros recreativos y salas de juego, se les ha pedido vacunarse lo antes posible.
Funcionarios locales han señalado que aquellos que “no sean aptos” para la vacunación estarán exentos del requisito, pero no se aclaró cómo pueden acreditar la exención.
(Foto: Greg Baker/AFP)
Otro tema que se ha convertido en un problema, es la vacunación en el extranjero, pues los sistemas de códigos de salud de China, que se usan para mostrar pruebas de vacunación, no reconocen las vacunas extranjeros y aquellos que recibieron alguna dosis fuera de China, no han podido registrar sus vacunas.
Este mandato u obligatoriedad de la vacuna contra Covid-19 se produce cuando Beijing confirma la presencia de tres casos de la subvariante BA.5,2 ómicron, que es altamente transmisible y capaz de escapar de los anticuerpos.
Un brote de esta subvariante ya provocó el cierre de la ciudad noroccidental de Xi’an, donde fueron cerrados los lugares de entretenimiento, deportivos y religiosos; mientras que los restaurantes limitan sus servicios de comida para llevar.
En redes sociales chinas, los usuarios han señalado que el mandato de vacunación de Beijing contradice la orientación de las autoridades sanitarias nacionales de que la vacunación debería ser voluntaria.
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