Cada vez que creamos una contraseña buscamos siempre alguna que podamos recordar. Sin embargo, olvidamos un detalle. Lo simple es fácil de hackear. Por ello es importante priorizar la seguridad más que lo fácil y tratar de guardar en algún lugar seguro las claves elegidas. Esta es la única manera de evitar ser víctimas de los fraudes virtuales.
Es que en los últimos tiempos se han vuelto una de las estafas más frecuentes. Para los delincuentes es mucho más complejo dar con una contraseña compleja. Generalmente los servidores están preparados para adivinar las que son sencillas. Incluso aunque no lo creas hay 10 claves que la gran mayoría de los usuarios de Google usan sin saber los riesgos que corren. Repasemos.
123456
123456789
12345
qwerty
password
12345678
111111
123123
1234567890
1234567
Ahora bien, si tu contraseña figura en este listado resulta evidente que te será imposible evitar algún hackeo en tus cuentas. Es recomendable que la cambies de inmediato y que sigas las recomendaciones de Google: cuatro números, al menos una minúscula y nunca usar números consecutivos. Siempre es preferible mezclar estas recomendaciones.
Proteger tu información con una clave segura es muy importante aunque no lo creas. El hecho de que puedan acceder a tu cuenta Google les da la posibilidad de acceso a toda tu información. De esta manera, quedas propenso a que puedan robar también tus cuentas bancarias y hasta realizar compras en tu nombre.
Una de las recomendaciones básica es no usar la misma clave en todas tus cuentas. Sabemos que es un dolor de cabeza recordarlas pero es muy importante que generes diferentes contraseñas. Además, se aconseja que escojas una con la que nadie pueda relacionarte. Las fechas de cumpleaños o los números de identificación nunca son una buena propuesta. Elija números, letras o símbolos que no tengan nada que ver con tus datos personales.
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