La ética de trabajo en Japón es mundialmente famosa. Sin embargo, los horarios de oficina excesivos han llevado a los empleados en este país a sufrir un desequilibrio entre lo personal y lo laboral. Ahora el gobierno cree tener una solución.

El Ministerio de Economía de este país asiático busca darle a los trabajadores un “lunes resplandeciente”, al pedirles que se tomen la mañana libre un lunes al mes.

No es la primera vez que el gobierno crea una iniciativa como ésta. El año pasado se implementó el “viernes premium”, una idea para que los empleados lleven una vida más balanceada… y gasten más.

Este sistema consiste en incentivar a las empresas para que dejen a sus empleados salir temprano el último viernes de cada mes, día en el que la mayoría recibe su pago.

Así, los japoneses pueden ocupar su tiempo libre en viajar y gastar. En su primer año, sólo el 11% de los empleados de este país participó en la iniciativa, a pesar de los descuentos y ofertas especiales en varios negocios.

Esto se debe a que el último viernes mensual es un día clave en el que las empresas cierran proyectos y entregan resultados. Pero con el “lunes resplandeciente” se daría libre la mañana del primer día laborable luego de recibir el sueldo.

Para el gobierno no se trata sólo de incentivar el consumo, ya que el exceso de trabajo también se ha convertido en un problema de salud pública. Más del 20% de los empleados en este país labora al menos 80 horas extras al mes.

Esto ha llevado a varias complicaciones, entre ellas el “karoshi” o “muerte por exceso de trabajo”. En estos casos, la carga laboral lleva a padecer enfermedades cerebrales y cardíacas. Tan sólo en 2017, se registraron 236 fallecimientos por este fenómeno.

También existe el "karojisatsu", casos que se dan cuando un empleado se quita la vida debido a problemas de salud mental que se originaron en el centro de trabajo.

Este es el caso de Matsuri Takahashi, una empleada de la firma de publicidad Dentsu, que se quitó la vida en 2015 luego de haber trabajado más de 100 horas extra en los meses anteriores a su muerte.

De manera similar se presenta el “karo-jikoshi" o "muerte por accidentes ocasionados por el exceso de trabajo". Esto le sucedió a Kota Watanabe, un joven de 24 años que murió en un accidente de tráfico cuando volvía a casa exhausto tras largas horas de trabajo.

Por el momento, la participación en tanto el “viernes premium” como el “lunes resplandeciente” es voluntaria. Para algunos, estas medidas “simbólicas” del gobierno no harán mucha diferencia, ya que se necesita que los líderes empresariales pongan el ejemplo.

Con información de

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