Se ha convertido en una situación normal ver a niños pequeños jugando con los celulares de sus padres mientras estos realizan otras tareas, o a grupos de jóvenes que se reúnen sólo para estar cada uno con la mirada fija en su propia pantalla. Parece que la tecnología ya ha conquistado a la nueva generación, pero a muchos padres les preocupa que sus hijos se hagan esclavos de un aparato.

Basta con que se escuche el típico sonido de un mensaje de Whatsapp para que todo el mundo se ponga a buscar su móvil. Para el 2019, que habrá más de 2 mil millones y medio de usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo y es muy probable que varios de ellos aún sean menores de edad.

Aunque los celulares se han convertido en una herramienta funcional que ayuda a los jóvenes a crear comunidades, expresar sus opiniones e incluso realizar trabajos escolares, también pueden convertirse en una condena que los obliga a preguntar por la clave del wifi antes de saludar al entrar en una casa o a ver en la pérdida de un cargador un desastre de proporciones mundiales.

Un de 2016 realizado en Estados Unidos encontró que uno de cada dos adolescentes siente que es adicto a su celular y la mayoría de los padres están de acuerdo con esta precisión. Los expertos también descubrieron que el 72% de los adolescentes siente la necesidad de contestar inmediatamente sus mensajes.

Pero esto parece ser un problema que va más allá de una generación, ya que el mismo análisis obtuvo que el 56% de los padres revisa su celular mientras maneja. Esto pasa a plena vista de los hijos e incluso se ha convertido en un hábito normal, ya que el 51% de los menores dijo haber observado a sus padres realizar esta peligrosa acción.

¿Qué pueden hacer los padres para lograr que sus hijos se desconecten de esta adicción? La autora Ana Homayoun, experta en el uso responsable de redes sociales, sugiere :

Haz un plan

En lugar de pelear a cada rato con tus hijos, discutan tranquilamente sobre el uso adecuado de estos dispositivos, establezcan un reglamento para toda la familia y de preferencia, asegúrense de que las reglas queden claras antes de que el menor obtenga un teléfono. A pesar de las nuevas aplicaciones que salen al mercado cada dos días, es importante mantener constancia en las reglas y castigos que se imponen por su incumplimiento.

Monitorea su uso

Siri no puede reemplazarte. Es importante que los padres hagan un esfuerzo por saber cómo y con quién se están comunicando sus hijos. Aunque se pueden hacer excepciones, como cuando decidan hacer un maratón de películas, lo mejor es usar aplicaciones como Moment, la cual fija un límite del tiempo para que un usuario pueda observar la pantalla.

Desintoxicación

Existen aplicaciones como OurPact que permiten a los padres inutilizar un dispositivo si se incumplen las reglas de su uso o establecer periodos obligatorios de descanso. Esto puede ayudar a los niños a crear una rutina y moderar el tiempo que pasan en el celular. Los expertos también señalan que un paso importante para romper la relación adictiva con la pantalla, es retirar el equipo de la habitación durante la noche.

Sé el buen ejemplo

No sirve de nada que pongas reglas si tú mismo no las sigues. Los padres deben ser los primeros en controlar el tiempo que pasan en el teléfono, promover que no se utilice en lugares adecuados y sobretodo, asegurarse de que el dispositivo no les robe la atención en los momentos críticos, como cuando conducen o pasan tiempo en familia.

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