El municipio de Atlixco, en el estado de Puebla, alberga una institución con un carácter singular, pues busca formar y educar a niños y jóvenes en situación de calle, abandono o vulnerabilidad, para convertirlos en individuos autosuficientes y generadores de su propio cambio; ello a través de un Modelo Educativo que integra las áreas de Salud, Socialización, Desarrollo humano, Formación académica y Formación para el trabajo. Esta institución es el Instituto Poblano de Readaptación A.C., mejor conocido como y a continuación te diremos qué es lo que hacen para ayudar a los niños y jóvenes mexicanos.

La institución surgió en 1996 por medio de una iniciativa impulsada por María Elena Landa Abrego, María Elena Calderón de Gomez, y Consuelo Compeán, quienes trabajando voluntariamente con reclusos, reconocieron la necesidad de crear una alternativa de apoyo a niños y jóvenes lacerados por algún tipo de exclusión social.

Frente a este panorama, desarrollaron el , que durante más de 30 años se ha encaminado a cumplir la misión de la institución “Asegurar la ayuda a niños en la calle o abandonados, apoyando instituciones con la misma misión y a organizaciones que disminuyan la generación de niños en esta situación, propiciando la sustentabilidad, para construir juntos un mejor futuro”.

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Pero, ¿cómo lo hacen?

Los niños y jóvenes beneficiarios de Ipoderac provienen de otras instituciones de apoyo tanto gubernamentales como de la sociedad civil, de todo el país. “Quienes entran a Ipoderac lo hacen con plena conciencia de que quieren cambiar su situación, no todos los niños y jóvenes pueden entrar; se requiere su compromiso y voluntad”, dice Francisco Luengas, Director General de la institución, quien es mejor conocido como Paco.

Las mujeres impulsoras del proyecto, con gran voluntad y después de librar periplos, lograron adquirir el terreno, en donde se encuentran 6 casas con capacidad de albergar a 12 niños, un establo donde se mantiene a un hato de cabras, una quesería, un taller de producción de jabones de leche de cabra, un taller de carpintería, invernaderos para la producción de tomate hidropónico, espacios para siembra de hortalizas; adicionalmente cuenta con un taller de cómputo, un taller de psicopedagogía, uno de psicología y una cocina general.

Los niños y jóvenes habitan en cada una de las casas dependiendo de su desarrollo basado en el Modelo Integral, conforme a sus avances van transitando de casa en casa, hasta cumplir los 18 años, edad en la que salen de Ipoderac convertidos en personas autosuficientes. Es importante señalar que en todas las casas vive un educador y dos voluntarios, quienes acompañan a los niños en todo el proceso de crecimiento y aprendizaje.

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En cuanto a la vida académica, los niños y jóvenes asisten a escuelas ubicadas en el municipio, durante la mañana van a la escuela y por las tardes, dentro de Ipoderac llevan a cabo distintas tareas que les permite formarse en las áreas de trabajo y socialización, también realizan actividades recreativas y si se portan bien pueden ir de vez en cuando a las fiestas.

Los talleres y actividades que realizan los niños les dan herramientas para su vida independiente, la carpintería, el cuidado de animales, siembra de hortalizas, y elaboración de quesos, son algunas de las actividades que los niños y jóvenes aprenden dentro de la institución. “Los más destacados son los que ayudan en la quesería”, explica Paco, pues se requiere de mucha responsabilidad y compromiso.

El 70% de los ingresos de Ipoderac provienen de los quesos que se elaboran ahí mismo, lo demás proviene de donativos de fundaciones, empresas y personas amigas de la institución.

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Desde sus inicios, la institución buscó desarrollar un esquema de sustentabilidad en consonancia con su Modelo Educativo. Tras intentar con negocios de diversos giros como tortillería, carpintería y lechería, actualmente la quesería ha sido el más fructífero, ya que gran parte de los ingresos corren a cuenta de los quesos elaborados en ella.

Estos quesos, se comercializan en otros estados de la república, y cuentan con el reconocimiento de importantes cadenas de restaurantes a nivel nacional. En la quesería, cuentan con personal externo contratado para la fabricación así como con alianzas para la distribución y venta de los quesos. Manejan cerca de 30 variedades de quesos, incluso han creado un estilo propio llamado “Flor de Atlixco” el cual fue acreedor al tercer lugar en un concurso de quesos en Suiza.

Ipoderac se ha convertido en una organización de referencia internacional, el Modelo Educativo ha permitido que cientos de niños y jóvenes creen un proyecto propio de vida, aun cuando sus condiciones parecían adversas.

Es por ello que en agosto de 2016 abrirán la estancia para niñas, la cual funcionará con la misma dinámica que la de los niños, buscando así ampliar la ayuda a las niñas que lo necesiten, a través de la singularidad del modelo educativo que les enseña a ser autosuficientes y agentes de su propio cambio.

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