El 9 de agosto de 1969, “La Familia”, una secta encabezada por Charles Manson asesinó a Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, en una casa de Cielo Drive en Los Ángeles. La noche del 8 de agosto, Tate había organizado una pequeña reunión a la que asistieron Jay Sebring, el actor Wojciech Frykowski y su novia Abigail Folger, quienes también fueron brutalmente atacados y no pudieron librarse de la muerte.

Lo que pocos saben es que  había sido invitado a aquella cena que terminó en tragedia, pero de último momento, se disculpó y mencionó que no podría asistir. Esto lo salvó de morir a manos de “La Familia”, pero también lo convirtió en sospechoso de la masacre, al menos para Roman Polanski. Aquí en  te contamos los detalles...

Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate
Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate

Bruce Lee. (AP Photo/Columbia Pictures)

Bruce Lee y su relación con Sharon Tate

Para poder explicar esta relación debemos hablar primero de Jay Sebring. Este hombre fue pareja de Sharon Tate, pero también era un reconocido estilista que había trabajado en algunas producciones de Hollywood. Sebring conoció a Lee en 1964 y poco a poco le fue presentando a varias personalidades del mundo del cine.

Fue a través de Sebring, que Bruce Lee conoció y forjó una amistad con Roman Polanski y su mujer, Sharon Tate (aunque hay versiones que señalan que el vínculo entre el actor y la pareja fue Steve McQueen).

El actor comenzó a darle clases de artes marciales a Polanski, pero también ayudó a Sharon Tate en su preparación para la película La mansión de los siete placeres, la cual era protagonizada por Dean Martin. Lo que hizo Lee, fue darle clases de defensa personal para ayudar a Tate a marcar las coreografías de las peleas que protagonizaba en la cinta.

Para ese entonces, Bruce Lee no era la superestrella que todos recordamos, sino que se trataba de un amigo más de la familia Polanski.

Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate
Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate

Sharon Tate y Roman Polanski. (Foto: AP)

Polanski sospechaba que Bruce Lee había matado a Sharon Tate

Aquella noche del 8 al 9 de agosto de 1969, Lee y otros amigos de Tate habían quedado de ir a cenar a un restaurante, y tras la velada, todos se fueron a casa de la actriz; como ya habíamos comentado, el actor no pudo ir y al otro día se enteró de los asesinatos que habían ocurrido en la casa de Cielo Drive, en Beverly Hills.

Hoy se sabe con certeza lo que sucedió, pero de agosto a diciembre de 1969 no se había relacionado al grupo de Charles Manson con este crimen, así que la paranoia comenzó a crecer en Hollywood.

Una de las versiones que se manejó, es que Polanski y su mujer hacían ritos satánicos y hasta se decía que había un grupo intentado asesinar a famosos. En este contexto, Roman Polanski entró en un estado de locura en el que sospechaba que alguien cercano a él y a su mujer era el responsable de esta tragedia.

En su desesperado intento por descubrir al asesino de su esposa y su hijo no nacido, el cineasta estudio la caligrafía de muchas personas para compararlas con la palabra “PIG” que había sido escrita en la entrada de la casa. Conocía cada detalle de la investigación y estaba obsesionado con las pruebas, así que contrato detectives y pidió que siguieran los pasos de Bruce Lee.

Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate
Bruce Lee fue sospechoso del asesinato de Sharon Tate

Sharon Tate (Eye of the Devil/Filmways Pictures) Bruce Lee (Meng long guo jiang/Golden Harvest Films)

¿Por qué sospechaba de Bruce Lee? Polanski se enteró que policía había encontrado unas gafas en la escena del crimen, lo que llevó al director a recordar que el experto en artes marciales le había comentado en días anteriores que había perdido sus lentes. Esta pequeña coincidencia sirvió para que Polanski comenzara a sospechar de Lee.

En sus memorias, Roman Polanski reconoció que por un tiempo pensó en que su amigo podría estar involucrado en este caso. Se trataba de una sospecha de la que Bruce Lee nunca se enteró pues Polanski no se lo dijo. Cuando los agentes dieron con los responsables, la teoría del cineasta se disipó, así que ya no tenía caso hablarlo con el maestro de las artes marciales.

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