Ha sido reconocido como el mejor pintor de México, una de las figuras emblemáticas del siglo XX, uno de los primeros artistas que junto a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, formaron parte de los latinoamericanos que cambiaron la idea de arte en el mundo.
Rufino Tamayo alcanzó fama internacional gracias a la naturaleza de sus obras, que fueron un parteaguas en el muralismo mexicano e internacional.
Rufino Tamayo nació en una familia en la cual no había ningún antecedente histórico de artistas, su padre era un empleado, mientras que su madre se dedicó al hogar. De niño de dedicó a ser acólito de la iglesia, por lo que muchos pensaron que dedicaría a la vida religiosa. También tuvo gusto por la música, pero años más tarde, enfocó la vocación artística cuando entró a la Academia de Bella Artes de San Carlos, que abandonó en poco tiempo luego de no estar de acuerdo con las reglas de la Institución.
Demostró su inclinación hacia el dibujo desde pequeño, hasta que en 1926 hizo su primera exposición pública, y en la cual se dio a conocer sus tendencias a relieve de un primitivismo de voluntad indigenista, que marcó, sin duda, su carrera y lo llevó a la expresión del constructivismo.
Rufino Tamayo ingresó en el Colegio Nacional el 12 de mayo de 1991. Fue nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Manila, en 1974; la Nacional Autónoma de México, en 1979; y la de San Francisco, Cal. EUA, en 1982. Se le otorgaron, además el Premio Nacional de Artes en 1964 y el Colouste Gulbekian, por el Instituto de Artes de París en 1969; la Legión de Honor de Francia (1970); el grado de comendador por la República Italiana (1971).
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Con información de biografiasyvidas.com y vidayobrasderufinotamayo
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