Molly Smith tenía una adicción a la comida, sobre todo la chatarra, en el peor momento de su obesidad pesaba más de 100 kilogramos.

Nació en Vancouver, Canadá, y desde que era pequeña tenía problemas para controlarse y le gustaban mucho lo postres y los platillos con altas calorías. Hoy con 24 años, perdió el peso que la había arrastrado por momentos complicados, pero el trabajo fue arduo.

Su apetito le obligaba a comer y esto, a subir de peso, pero algo pasó, se enamoró de un chico y decidió tomar una ruta que cambió su vida.

Gracias a su decisión, comenzó a comer mejor, se metió al gimnasio, y ahora tiene un cuerpo, simplemente apabullante, con solo 70 kilogramos se ve mejor que nunca.

Smith asegura que tenía una fuerte adicción a la comida, aun cuando su familia comía sanamente, ella siempre encontraba una forma de alimentarse con chatarra.

Su salud mental estaba empeorando, comía, se deprimía y luego seguía comiendo, estaba insegura y no quería intentar nada.

Todo surgió porque el chico que le gustaba le aseguró que nunca saldría con ella pues estaba gorda, así que de principio se mataba de hambre, pero después comenzó a hacer ejercicio y dejó de comer comida alta en calorías.

A sus 24 años, ha comenzado a estudiar Nutrición y ahora ya no está enfocada en tomar decisiones drásticas para perder peso, pero sí para cuidarse y estar bien alimentada.

Con información de y 

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