Algunos dicen que una pareja feliztiende a ganar peso. Hoy la ciencia lo ha confirmado. Hace algunos días se publicó un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y que concluyó que una pareja feliz y enamorada, puede ganar hasta 4.5 kilos, en promedio.

Para llegar a esta conclusión, se encuestó a dos mil 314 personas, 99% mujeres y 1% hombres, y el 81% del total de los participantes, avalaron el aumento de peso, principalmente por tres motivos:

El período de relajación que sigue al enamoramiento intenso, las discusiones y, posteriormente, el período de embarazo.

Respecto al primero, el 73% de las encuestadas considera que controlar el peso es muy importante cuando se está buscando pareja; sin embargo, este porcentaje baja al 68% cuando ya está consolidada la relación, lo que indica que “cuando se está en mitad de una relación se tiene mucha menos conciencia de lo importante que es mantener el peso idóneo” explica Víctor Godoy, coautor del estudio. Las discusiones o las rupturas también son motivo de comer sin necesidad, y por tanto, para engordar o ganar peso, así lo publica .

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Por otro lado y si ya estabas decidido a no enamorarte de nuevo, existe otro estudio que confirma que el amor alivia el dolor de forma similar a los analgésicos.

Según el estudio, llevado a cabo por el Centro Médico de la Universidad de Stanford, "cuando las personas se encuentran en la fase del amor más apasionada existen alteraciones significativas en su estado de ánimo que impactan sobre su experiencia del dolor", así lo mencionó Sean Mackey, responsable del estudio.

Para llegar a esta conclusión, se estudió a ocho mujeres y siete hombres, a los cuales, se les pidió que llevaran fotos de sus enamorados y de un conocido de igual atractivo. Los autores después expusieron sucesivamente las imágenes ante los sujetos mientras que calentaban un estimulador térmico controlado por ordenador y situado en la palma de la mano para causar un dolor leve. A la vez, los cerebros de los participantes eran escaneados a través de imágenes de resonancia magnética funcional; llegando a la conclusión de que sí, el amor alivia el dolor.

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Así que ya sabes, enamórate… ¡Tallas hay muchas!

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