Fue en el 2009 cuando saltó a la fama una joven llamada Gabourey Sidibe. Era la protagonista de la película Precious y gracias a su entrañable actuación fue nominada al Oscar a Mejor Actriz. Aunque no se llevó la estatuilla, esto marcó el inicio de una prolífica carrera.
En aquel tiempo, la actriz que hoy tiene 38 años de edad, pesaba 170 kilos. Cada que ella aparecía en público, nunca faltaba algún comentario desagradable sobre su aspecto físico, así que a medida que aumentaba su fama, también lo hacían sus complejos.
Sidibe se convirtió en objeto de críticas por su sobrepeso, por lo que decidió hacer un cambio radical en su vida e iniciar un proceso para perder kilos.
(Foto: Lionsgate)
La actriz se sometió en 2016 a una laparoscopia bariátrica en el centro UCLA de Los Ángeles después de que ella y su hermano fueran diagnosticados con diabetes tipo 2. “No quería preocuparme de todos los efectos que implica la diabetes. Me hubiese preocupado todo el tiempo de perder los dedos de los pies” reveló.
En su libro This Is Just My Face: Try Not to Stare (Esta es simplemente mi cara, intenta no mirar fijamente), cuenta que durante más de 10 años trató de bajar de peso, pero sin éxito, así que se sometió a la cirugía en la que le redujeron el estómago para limitar su capacidad para comer.
Así lucía Gabourey en 2016. (Foto: Matt Sayles/AP)
Su proceso ha sido complementado con un acompañamiento profesional en cuando a alimentación y actividad física, pues la cirugía no lo es todo.
A mediados del 2019, Gabourey ya había perdido 77 kilos, así que su transformación física era notable y sorprendente. Sus fans, quienes han sido testigos de su logro, han reconocido su voluntad y disciplina.
(Foto: Instagram @gabby3shabby)
Gabby, quien también padeció bulimia, depresión y ansiedad, era una chica que odiaba las selfies, pero ahora se toma una cada día, pues se siente bien con lo que ha logrado hasta el momento.
Algo importante que la actriz ha resaltado es que se sometió a este procedimiento estético, no porque fuera una salida fácil, sino porque no habría sido capaz de perder tanto peso como lo ha hecho actualmente.
También ha destacado en algunas entrevistas que no lo hizo por una cuestión meramente estética, pues su belleza no viene de un espejo: “He tardado años en darme cuenta de que con lo que nací es hermoso. No me sometí a la operación para ser bella. Lo hice para poder andar cómoda con tacones. Hacer volteretas. No quiero padecer dolor cada vez que subo un tramo de escaleras”, puntualizó.
Aunque Gabourey ha decidido ya no revelar el número de kilos que ha perdido hasta le fecha, el cambio en ella es asombroso.
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