Nadie sabe cuándo se acabará el mundo. De acuerdo con la Biblia, sólo Dios conoce la fecha exacta de “el fin de los tiempos” y no compartió esta información ni siquiera con su hijo ni los ángeles. Sin embargo, las escrituras sagradas de la religión católica ofrecen un relato detallado de la forma en que acabará la humanidad y el pronóstico no es para nada agradable.

Según el profeta Juan, Dios posee un libro, escrito por el anverso y el reverso, sellado con siete sellos. Cada uno de estos sellos únicamente puede ser roto por Jesús y contiene una calamidad distinta. Al romperse la séptima atadura, se terminará la vida en la Tierra como la conocemos y será liberado el más temible de los cuatro jinetes del Apocalipsis, un caballo verde montado por la Muerte, seguida por el Infierno.

Con este suceso se extenderán en el mundo el hambre, la carencia y las enfermedades. Pero el tormento de la comenzará mucho antes, ya que cuando se abra el quinto sello, las almas de quienes murieron por defender su religión estarán debajo del altar celestial. En este momento algunos creen que los creyentes tendrán una oportunidad de salvarse por la gracia divina mientras el resto de las personas son castigadas.

De la misma forma, algunos fieles consideran que habrá tres señales antes de que el fin de los tiempos se desate:

  1. La primera es la reunificación de los judíos en Israel, algo que, según ellos, ocurrió en 1948, cuando se aprobó en Naciones Unidas la creación del Estado de Israel.
  2. La segunda, la toma de Jerusalén por los judíos, lo que se produjo en la guerra de 1967.
  3. Y, finalmente, la tercera señal será la reconstrucción del Templo de Salomón o de Jerusalén.

Después, al quebrantarse el sexto sello vendrán los desastres naturales. En este momento Jesús regresará al mundo y la ceniza y el humo lo cubrirán todo y bloquearán el Sol, lo que dejará a la Tierra sumida en las tinieblas. Posteriormente, antes de ser roto el último sello, habrá media hora de silencio y los siete ángeles elegidos recibirán las siete trompetas que anunciarán el Armagedón.

Pero no todo está perdido, porque la Biblia también indica que Dios creará un “cielo nuevo y una tierra nueva”. La capital de este mundo renovado será la “Nueva Jerusalén” un lugar de paz y tranquilidad, donde vivirán para siempre los santos.

Por supuesto que un evento de tal magnitud provocaría miedo entre la población creyente y este es el motivo por el que diversos grupos han intentado, sin éxito, calcular la fecha de este Apocalipsis. El fundador de los adventistas, William Miller, fijó la venida de Cristo a la tierra para el 21 de marzo de 1843 y después, cuando nada sucedió ese día, cambió su pronóstico para el 21 de octubre de 1844.

Los Testigos de Jehová anunciaron la venida de Cristo y su Reino de mil años en la tierra para el año 1914, luego para 1925. Y por supuesto, con la llegada del nuevo milenio, muchos pensaron que el fin del mundo comenzaría en el año 2000, lo cual evidentemente fue falso.

Ahora, 20 años después del último pronóstico aún hay muchos que se preparan para el Juicio Final, el cual NO tiene fecha.

Con información de  y 

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