Pocos conocen el nombre de Naomi Parker Fraley, quien falleció en enero de 2018 a la edad de 96 años, pero casi todo el mundo conoce su rostro y su brazo. La mesera anónima fue la inspiración para el creador del famoso póster “We can do it”, imagen que se convirtió en un ícono feminista.

La historia de Parker se mantuvo en silencio durante setenta décadas, durante las cuáles varias mujeres aseguraron ser “Rosie la remachadora”, nombre con el que se bautizó a la chica de pañoleta roja que aparece en la imagen. No fue hasta que el académico James Kimble se dio a la tarea de buscar a la verdadera Rosie que la historia de Naomi salió a la luz.

Naomi era la tercera de ocho hermanos y luego del ataque de Japón a Pearl Harbor en 1941, decidió entrar a trabajar a la estación área de Alameda, California. Ver a una joven de veinte años remachando alas de aviones no era una situación extraña durante la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas mujeres tuvieron que entrar al mundo laboral mientras los hombres peleaban en el frente.

Mientras Naomi y su hermana Ada trabajaban en la fábrica, un fotógrafo capturo la imagen de Naomi con su overol de trabajo. De acuerdo con la investigación de Kimble, esa fotografía llegó a manos del artista J.Howard Miller y lo inspiró para crear el legendario póster de guerra.

La imagen creada por Miller ha sido recreada miles de veces, pero originalmente no fue diseñada para su reproducción masiva, sino que se iba a emplear para colgarla en la fábrica de electrónicos Westinghouse Electric e incentivar la asistencia de los trabajadores. El póster original desapareció, pero una copia se hizo pública en los ochenta y ganó una popularidad inimaginable para su creador, al considerarse una imagen representativa del poder femenino.

Naomi Parker, el verdadero el rostro detrás de “We can do it”
Naomi Parker, el verdadero el rostro detrás de “We can do it”

Una copia del póster original de Miller se conserva en el Archivo Nacional de Washington (Foto: AFP)

Muchas mujeres que trabajaron durante la guerra se atribuyeron el mérito de haber inspirado la ilustración. La más popular impostora fue Geraldine Doyle, quien pensó que la mujer fotografiada en la base aérea había sido ella y por lo tanto, el póster también llevaba su imagen. Nadie la desmintió y hasta su muerte en 2010, ella se conservó como la verdadera Rosie.

Seis años después, Kimble hizo público que la mujer en la imagen era Naomi. El académico había rastreado la fotografía original, en la que aparecía una descripción de la imagen hecha por el fotógrafo. “Parece que la nariz de la bonita Naomi Parker va a quedar atrapada en la torre que está operando”, señala la descripción de la imagen.

Parker por fin obtuvo el reconocimiento que merecía y en entrevistas realizadas poco antes de su muerte declaró: “Las mujeres de este país (Estados Unidos) necesitan de íconos en estos días. Si creen que soy uno, me hacen felices”.

Naomi posa caracterizada como el legendario personaje feminista (Foto:@people)

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